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Confianza, cuasi fe, para confirmar la recuperación económica
- "Cuánto se gaste y cuánto se ahorre dependerá de la confianza"
Daniel Yebra
Madrid,
La teoría dice que si todos los agentes económicos son optimistas, llegarán entonces buenos tiempos y sus predicciones se verán confirmadas. La confianza cobra una importancia crucial en España y la eurozona para que los estímulos monetarios y fiscales y el ahorro acumulado aceleren la reconstrucción tras la pandemia, que por fin cuenta con un buen ritmo de vacunación.
497.993 y 481.910. Estas cifras cobran relevancia con su unidad: inyecciones de las vacunas contra el coronavirus. Se elevan al grado de importantes con su localización: Italia y España, respectivamente. Y añaden el grado de cruciales con la comparación: son récords en 24 horas, del jueves 29 de abril, que se seguirán superando en próximos días, hasta la inmunidad.
La única política
El ritmo de vacunación es, en realidad, la única política económica de la eurozona a corto plazo, y por fin avanza firme. La economía sigue en stand-by, esperando que las inyecciones -en inglés shots (disparos en su uso más común para revelar aún más transcendencia)- permitan que el verano sea un punto de inflexión, el verdadero inicio de la recuperación económica.
Es la única política económica, y el dato a seguir, junto a los que florecen esperanza a su albor, pese a que el 0,5% que cayó el PIB de España en el primer trimestre, nevadas históricas mediante, aludan al pesimismo. Todo lo contrario se necesita ahora: confianza, cuasi fe, en la reconstrucción, para que el exceso de ahorro acumulado en la pandemia en toda la eurozona mueva con vigor el motor que la política monetaria, primero, y los planes de estímulo fiscal, después, han evitado que gripe.
Una confianza que reflejan casi todos los indicadores de la eurozona. Los que interpelan a los empresarios, también los que lo hacen a inversores, analistas y expertos, y con más cautela los que preguntan a los consumidores.
Entre los primeros, los indicadores PMI que adelantan la actividad de la industria se encuentran en máximos, apuntando a una fuerte expansión. El quid ahora es que el mismo índice que se calcula para los servicios, principalmente en economías como la de España, marque la misma tendencia, que ya roza (en la última lectura se quedó cerca de superar los 50 puntos sobre los que se espera crecimiento).
"La confianza subió fuerte en abril, y que esto continúe es clave para la eventual recuperación del consumo y el uso del ahorro acumulado", incide Ángel Talavera, investigador de Oxford Economics, en su cuenta de Twitter.
"Uno de los factores clave de la recuperación será qué ocurre con el ahorro acumulado por los hogares durante la crisis. En 2020, los hogares acumularon 60.000 millones de euros en ahorros adicionales respecto a la media precrisis, y estimamos que pueden ser unos 30.000 más en 2021", continúa. "Esto es alrededor del 13% del consumo privado total en un año normal y el 7% del PIB. Es una cantidad de combustible almacenado para alimentar la recuperación cuando la situación médica esté resuelta. Cuánto se gaste y cuánto se ahorre dependerá en gran medida de la confianza", concluye.
Las bolsas van adelantadas
En los mercados financieros, "aunque muchos índices de bolsa transmiten señales de alarma por sobrecompra [al haberse adelantado la recuperación desde finales de octubre] desde hace un tiempo, podría tratarse simplemente de una pausa temporal de la tendencia alcista a largo plazo, dada la mejora de los datos fundamentales y la abundante liquidez (proporcionada por los bancos centrales). ¿Hay motivos para preocuparse? Sí, pero también motivos justificados para seguir siendo optimistas", explica Stefan Scheurer, analista de Allianz Global Investors.
"El apoyo fiscal de las economías asoladas por la pandemia sigue siendo importante", observa el equipo de expertos en macroeconomía de Citi, que reconoce que "ha sido fundamental para mantener a flote las empresas y preservar los empleos [con los ERTE como medida más visible en España] y los ingresos de los trabajadores". Queda un paso más: "Pasar de salvavidas a estímulos fiscales a largo plazo -continúan desde el banco de inversión-, que reforzarán las perspectivas de crecimiento". Sin embargo, según finalizan en Citi, "estas políticas no están exentas de riesgos: podrían plantear dudas sobre la sostenibilidad de la deuda y conducir a un escenario de auge y caída".