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La Fed no empezará a recortar estímulos hasta 2023 como muy pronto, según el execonomista jefe de Trump
- La inflación no va a ser lo que haga moverse a la Fed para bajar tipos
elEconomista.es
La tarea de los bancos centrales es, en las inmortales palabras del expresidente de la Fed William McChesney, "retirar el ponche cuando la fiesta está empezando a animarse". Pero las expectativas actuales son bastante diferentes: la fiesta de la recuperación post-pandemia puede ir para bien largo. Según Joe LaVorgna, economista jefe para las Américas de Natixis Corporate and Investment Banking y ex economista jefe del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca en el último año de Donald Trump, nadie prevé un aumento de los tipos hasta finales de 2023, como muy pronto.
La clave está en el mandato de la Fed de logar el máximo empleo posible. Y en este punto están fijas todas las miradas. "La economía va a marcar registros alucinantes este año", dice LaVorgna, en declaraciones a MarketWatch. "Si la economía estaba sana antes de que comenzara la pandemia, es lógico que la economía se recupere con bastante rapidez, como es el caso en EEUU". Pero el problema está en el número de empleos: la cifra sigue 8 millones por debajo del cierre de 2019, por lo que hará falta toda esa recuperación y algo más.
Los mayores rezagados en la remontada están siendo las pymes, que están lejos de crear los puestos de trabajo que se necesitan para volver a la normalidad. Y sobre ellos se ciernen las amenazas de subir el impuesto de sociedades como parte del plan de infraestructuras del presidente, Joe Biden. "Si hay una subida significativa, eso perjudicará seriamente a las pymes", asegura LaVorgna. Aunque también pone el foco en los cambios regulatorios que tiene previsto hacer esta nueva administración. "Ahí es donde, al menos para mí, en el lado de las pequeñas empresas, puedes tener un estrés significativo", dice.
Lo que sí tiene claro es que la inflación no va a ser lo que haga moverse a la Fed para apagar fuegos antes de tiempo. Según sus estimaciones, la Fed no subirá los tipos antes de las próximas elecciones presidenciales, en 2024, y, como mucho, podría empezar a recortar las compras de bonos en 2023. "Si llegamos a 2022, y el crecimiento es mucho más lento, el delta es negativo y la inflación no se está recuperando, va a ser muy difícil para la Fed reducir estímulos", opina el veterano analista de Wall Street.
Siete años sin subidas
En la salida de la crisis financiera, la Fed tardó siete años en volver a subir tipos desde la última bajada, a principios de 2009. "Esta vez, la Fed está mucho más arraigada en los mercados, la orientación a futuro es mucho más sólida, los balances son mucho más grandes, y enfrente hay una deuda masiva", dice. "¿Cómo diablos puede la Fed dar un paso atrás en la compra de bonos? Me parece muy difícil".
Y añade que lo que más se lleva de su paso por la Casa Blanca es la importancia de la psicología en los mercados. "El sentimiento es probablemente más importante de lo que hubiera imaginado para la actividad económica", dice. "Al entrar, pensaba que no importaba porque las empresas son oportunistas, encontrarán una manera de navegar cualquier problema". Pero la realidad es mucho más complicada: a los mercados hay que guiarlos, animarlos y darles información constante.