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La cúpula del BiS se une a voces como la de Powell y tacha al bitcoin de "vehículo especulativo"
- Agustín Carstens pide más regulación en torno a las criptomonedas
elEconomista.es
El bitcoin sigue sin gustar a los banqueros centrales. Si esta semana el presidente de la Reserva Federal, estadounidense, Jerome Powell, dejaba claro que la criptomoneda "es un activo especulativo que no está respaldado por nada", Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BiS por sus siglas en inglés) -el banco de los bancos centrales, como se le conoce-, se ha despachado tildando a la criptodovisa más célebre de "vehículo especulativo". También ha pedido una mayor regulación en torno a las criptomonedas, como hizo a principios de año la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.
En una entrevista a CNBC, Carstens ha asegurado que muchas monedas digitales "se utilizan para hacer algún tipo de arbitraje o para eludir algunas regulaciones", añadiendo que las leyes contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo están "ausentes en muchas aplicaciones de algunas cibermonedas".
Aunque el bitcoin y otras monedas virtuales han experimentado enormes ganancias en el último año al ser vistas como una suerte de 'oro digital' por parte de los inversores, también se han ganado una mala reputación por su implicación en actividades ilegales. Al ser prácticamente anónimas, es más difícil rastrear quién realiza las transacciones.
Refiriéndose a las fuertes oscilaciones de precios que presentan, el que fuera anteriormente gobernador del Banco de México considera que las criptodivisas se utilizan como "vehículo especulativo", pero no las ve como una amenaza para los bancos centrales y el sistema financiero establecido. "No veo ningún dominio de las cibermonedas", subraya, apostillando que las criptodivisas no han hecho "ninguna incursión en términos de funcionar como dinero". El bitcoin alcanzó su máximo histórico a principios de mes al situarse en los 61.000 dólares, aunque desde entonces ha bajado más de un 10%.
"Las stablecoins también tienen algunas aplicaciones limitadas", enfatiza también el director general del BiS, refiriéndose a las monedas digitales que están vinculadas a activos externos como el dólar estadounidense para minimizar la volatilidad de los precios. "Tienen su propia función para fines muy específicos. Por lo tanto, no veo ningún desafío al dinero soberano por parte de estas monedas de uso privado", remacha.
El año pasado, el BiS y varios bancos centrales, entre ellos la Fed, el BCE y el BoE, publicaron un informe en el que se establecían algunos requisitos clave para las monedas digitales de los bancos centrales, o CBDC. Recomendaron que las CBDC complementen, y no sustituyan, al efectivo y a otras formas de moneda de curso legal, y que apoyen la estabilidad financiera en lugar de perjudicarla.
El impulso de los bancos centrales hacia las monedas digitales fue catalizado en parte por el plan de Facebook de introducir su propio token en asociación con otras empresas privadas. Inicialmente llamado Libra, pero ahora conocido como Diem, el proyecto provocó una reacción instantánea de los reguladores de todo el mundo debido a la preocupación de que pudiera socavar las monedas soberanas. Esto se debe, en particular, al enorme alcance de Facebook, que es utilizado por más de 2.000 millones de personas.
Carstens avisa de que las stablecoins como la citada libra tendrían que estar estrictamente reguladas. "La cuestión de lo que respalda esas monedas es esencia. Tenemos muchos, muchos episodios en la historia de las finanzas en los que, algo que se supone que está completamente respaldado, al final no acaba estándolo", advierte para zanjar: "Creo que tenemos que trabajar en una regulación para que estos instrumentos sean aptos para su propósito".