Grifols cotiza más barata que las grandes biotecnológicas

Con lo convulso que ha sido 2020 es difícil encontrar empresas que gocen de buena salud. Sin embargo, hay sectores que han aguantado mejor los continuos tirones de la pandemia como es el caso de las biotecnológicas. Dentro de esta industria, la catalana Grifols no ha resistido las caídas en el parqué. Aunque, tras su descenso, consigue situarse como la opción más barata con las ganancias previstas para 2020, pero también para 2021.

Y es que el PER, el número de veces que el beneficio obtenido está recogido en el precio de la acción, que se le concede para este año es de 22,8 veces e, incluso, baja en 2021 hasta 19,3 veces.

De hecho, la más barata después de Grifols, Quiagen, se sitúa con un PER de 24 veces en 2020. Con todo, si se la compara con el sector de las farmacéuticas, la compañía se encuentra en una peor situación, ya que firmas como Bayer o Ipsten tienen un PER este año inferior a las 15 veces.

Esta buena situación viene acompañada de un alto porcentaje de consejos de compra. Más del 70% de los analistas que monitorizan el comportamiento de sus negocios animan a tomar posiciones y puede presumir de que ninguno de ellos aconseje vender. Esto la sitúa como la octava firma con mejor recomendación, según la Liga Ibex de elEconomista, que combina los consejos de FactSet y Bloomberg.

La biotecnológica cuenta con el favor de bancos de inversión como Barclays. Desde la entidad financiera inglesa opinan que la catalana verá "un aumento en sus ingresos en los próximos años" y que los resultados de la firma "deberían beneficiarse de la expansión de sus márgenes, gracias a un periodo de una alta inversión".

Además, recalcan que "este crecimiento viene supeditado a la buena posición en la que se encuentre Grifols en el mercado de los plásmidos, como uno de los tres grandes proveedores de estos productos".

Sin embargo, también se avisa de los posibles riesgos a los que puede que tenga que hacer frente la compañía. Entre ellos se apunta a "una posible guerra de precios entre los principales suministradores" de plasma, "potenciales aranceles desde China y/o, incluso, un aumento en el número de competidores".

Por su lado, los analistas de JP Morgan son más cautos a la hora de valorar el negocio y se posicionan en mantener. En un informe sobre la firma califican de "sólidos" el segundo trimestre que ha tenido la compañía y su ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), ya que "ha estado por encima de las expectativas".

Pero no son tan positivos con el negocio del plasma como en Barclays. Observan que "las alteración en esta rama de la firma pueden crear preocupación en los inversores y las acciones de la multinacional podrían llegar a caer en el mercado de valores".

Mejorará el resultado de 2019

Grifols también puede presumir de que mejorará el resultado obtenido en 2019. La biotecnológica ha aguantado el tirón del coronavirus, y, aunque las previsiones hechas a principios de enero se han reducido en un 15%, la firma registrará un beneficio neto este 2020 de más de 630 millones de euros.

Según los datos recogidos por FactSet, en los próximos años la firma seguirá creciendo. Se espera que en 2021 sobrepase los 780 millones, el mejor ejercicio de su historia. Asimismo, se prevé que en 2022 supere los 800 millones y los primeros pronósticos para 2023 apuntan a que batirá los 1.000 millones.

Sus títulos aún están lejos de recuperarse

En donde la recuperación parece estar más lejana es en el mercado de valores. Y es que a pesar de beneficiarse de los rebotes, la cotización bursátil de la compañía tendría que subir un 27% para volver a los niveles previos a la pandemia. Con todo, en los últimos días se ha visto cómo su cotización bursátil subía un 11%, gracias al anuncio de la autorización de las transfusiones de plasma con anticuerpos a enfermos de Covid-19.