Bolsa, mercados y cotizaciones
Trump acorta ligeramente distancias con Biden pero un desliz del mercado alejará aún más su reelección
- Los mercados están tensos y descuentan la incertidumbre
José Luis de Haro
Nueva York,
En las múltiples quimeras electorales, no siempre acertadas. el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, ha mantenido una ventaja más o menos cómoda frente al actual presidente, Donald Trump, desde finales de febrero. Una brecha que llegó a achicarse algo más de tres puntos pero que con el auge de la pandemia se desmarcó casi 10 puntos. Ahora, a ocho semanas de la cita con las urnas, el inquilino de la Casa Blanca confía en una remontada y en los votantes más tímidos para orquestar una revalida de su mandato.
Una tarea que todavía se perfila complicada, aunque no imposible, si atendemos a la estable ventaja de 7,5 puntos que su contrincante cuenta en la media de los sondeos nacionales que realiza el portal RealClearPolitics que, además, ofrece un margen de hasta 3,9 puntos en los estados clave a favor de Biden. Entre los últimos golpes a la campaña de Trump destacan, entre otros, las polémicas declaraciones al periodista Bob Woodward, sobre su conocimiento desde febrero que la COVID-19 era una enfermedad especialmente "mortal", pero minimizó intencionadamente su gravedad en público.
Sin embargo, más allá de la literatura que seguirá publicándose en las próximas semanas, el comportamiento de la bolsa americana seguirá postulándose como un factor clave que dicte las esperanzas del republicano de extender su mandato otros cuatro años. Si el S&P 500 cerró recientemente su mejor agosto desde 1986 tras revalorizarse un 7%, el arranque en septiembre, históricamente el mes más débil del año para los mercados bursátiles, puede ser indicativo de las frustradas esperanzas electorales de Trump.
El almanaque de Wall Street pone de manifiesto cómo desde la Segunda Guerra Mundial, siempre que el S&P 500 ha caído desde el 31 de julio hasta el 31 de octubre de un año electoral presidencial, el mandatario o el partido en el poder fue destituido en un 88% de los episodios. El único desacierto tuvo lugar en 1956 cuando la debacle bursátil del 7,7% en el S&P 500, probablemente como resultado de tensiones geopolíticas derivadas de la crisis de Suez y el levantamiento húngaro, no logró que Adlai Stevenson derrotara a Dwight Eisenhower.
"A Wall Street no le gusta la incertidumbre y las próximas elecciones ofrecen mucha", apunta Sam Stovall, director de inversión de CFRA, quien recuerda que, por lo general, a un presidente al mando se le proporciona el beneficio de la duda al ser reelegido para un segundo mandato. Sólo cuatro veces durante el siglo XX los mandatarios que optaron a ser revalidados no lograron su objetivo, William Taft, Herbert Hoover, Jimmy Carter y George H. W. Bush.
Será crucial para la campaña de Trump que el Congreso acabe por aprobar un segundo paquete de estímulo fiscal
Si tomamos como referencia la brújula bursátil, el S&P 500 acumula desde agosto hasta la fecha subidas del 1,9% tras la debacle que la semana pasada y el pasado martes hacen que el indicador acumule una rentabilidad negativa en septiembre de alrededor del 3,18%. "Trump actualmente está por detrás de Biden y Wall Street descuenta ya las posibilidad de que los demócratas recuperen no solo la Casa Blanca sino ambas Cámaras del Capitolio", concreta Stovall.
En las próximas semanas será crucial para la campaña de Trump que el Congreso acabe por aprobar un segundo paquete de estímulo fiscal que continúe apoyando la recuperación económica. También será preciso que el mercado laboral continúe mejorando para garantizar que la tasa de paro no sobrepasa el 8,4% registrada en agosto. Todo ello al tiempo que el mercado, especialmente el sector tecnológico y sus cinco orondos valores (Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Facebook) no vuelven a generar movimientos bruscos que arrastren al resto de indicadores como pudo observarse el pasado jueves.
A expensas de factores, como la posibilidad de que nos enfrentemos a una pugna legal por los resultados en las urnas el próximo 3 de noviembre, una barrida demócrata no disgustaría del todo al mercado. Una situación que se ha producido en cinco ocasiones (1948, 1960, 1976, 1992 y 2008). La reacción inicial a estos resultados se tradujo en una caída media del 2,4% en el mes de las elecciones. Dicho esto, con tiempo para digerir esta "trifecta" el S&P 500 registró una subida media del 3,1% en diciembre y un 10,4% durante el año posterior a la cita electoral.