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Europa plantea activar el plan de urgencia de 2012 que fue más importante que el "haré lo que sea necesario"

  • Los líderes de la zona euro plantean activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad
  • La capacidad que tiene este fondo es de 700.000 millones de euros
  • Si se activa, se abre la puerta a que el BCE compre deuda soberana directamente
Europa debate un plan de urgencia que nunca ha utilizado todavía

Víctor Blanco Moro
Madrid,

Los líderes de la eurozona están debatiendo activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como un paso previo a permitir que el Banco Central Europeo (BCE) pueda comprar directamente deuda soberana de los países de la región, el plan llamado Operaciones Monetarias sin Restricciones (OMT) y así tratar de estabilizar el mercado de deuda europeo. Esto ya se llegó a plantear durante la crisis de principios de la década, con el Bundesbank negándose rotundamente a implementarlo, pero la estabilización de los mercados por su posible activación finalmente hizo que no fuese necesario.

Según publica Bloomberg, los líderes europeos están planteándose utilizar este plan de urgencia, que en 2012 fue clave para calmar a los inversores. La agencia explica que los líderes europeos debatieron sobre esta cuestión ayer. De activarse el rescate del Mecanismo Europeo de Estabilidad, se abriría la puerta a que el BCE pueda empezar a comprar deuda soberana, con vencimiento de entre 1 y 3 años, directamente del Tesoro de cada país de la zona euro que reciba asistencia del MEDE, el OMT.

Este sería distinto al programa de compras de deuda actualmente en vigor (QE) por el que los bancos centrales nacionales (el Banco de España, en el caso de nuestro país), adquieren deuda en el mercado secundario a través del sistema bancario.

Un fondo de 700.000 millones

La capacidad del Mecanismo Europeo de Estabilidad es de 700.000 millones de euros. Hasta 2016 se han usado 254.000 millones, distribuidos a cinco países distintos de la zona euro: Italia, Portugal, Grecia, Chipre y España, que recibió en diciembre de 2012 cerca de 40.000 millones de euros, el primer país que recibió fondos del ESM para recapitalizar al sistema bancario.

En esta ocasión también está sirviendo para tranquilizar a los mercados de deuda, con las primas de riesgo reduciéndose tras publicarse la noticia en la agencia. En el caso español, a las 15:00 (hora española), la prima de riesgo se movía en los 157,20 puntos y se ha reducido en dos horas hasta los 140 puntos.

Alemania y Holanda dudan, pero no se niegan

En el pasado Alemania se negó rotundamente a activar el plan de compras del BCE, algo que, en esta ocasión podría ser diferente, ya que la agencia destaca que, si bien Angela Merkel y, sobre todo, el holandés Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, ha puesto algunas objeciones a activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad, ninguno se ha opuesto a esta posibilidad.

Según la agencia, este plan de urgencia sería más ágil que la emisión de bonos de la zona euro, una posibilidad que también se ha planteado, para tomar medidas rápidas en un mercado que está sufriendo el miedo por el impacto del coronavirus.

El plan que salvó el euro en 2012 con sólo mencionarlo

El 26 de julio de 2012, Mario Draghi, entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), pronunció una frase que quedó para la historia: "Haré lo que sea necesario para salvar al euro y, créanme, será suficiente". El mercado de deuda se relajó ese día en medio de una crisis que parecía amenazar la misma existencia de euro, y el bono español pasó del 6,92% en rentabilidad, al 6,61%.

Sin embargo, lo que realmente calmó a los mercados en aquella crisis, el as en la manga de Draghi, lo anunció el día 6 de julio, cuando el italiano explicó que el BCE se preparaba para empezar a comprar deuda soberana de los países de la zona euro, para estabilizar el mercado, con las Operaciones Monetarias sin Restricciones, un proyecto que había preparado en agosto el consejo de Gobierno del BCE. Ese día la estabilización del mercado de deuda y de las primas de riesgo fue todavía mayor que cuando Draghi pronunció su famosa frase. En el caso del bono español, pasó del 6,40% hasta el 5,6% de rentabilidad en una sola sesión.