Bolsa, mercados y cotizaciones
El mercado pone en precio los estímulos antes de que lleguen
- En los últimos 'QE' la deuda ha generado las ganancias antes de que arrancasen
- La deuda soberana provoca beneficios de doble dígito en lo que va de año
Carlos Jaramillo
Desde el encuentro del Banco Central Europeo en junio en Sintra, inversores y analistas han especulado con las distintas opciones con las que cuenta el BCE para estimular la economía. Los inversores se han lanzado a comprar un programa de recompra de activos y un recorte de tipos en la próxima reunión, una costumbre que ya hemos visto en ocasiones anteriores. Draghi prepara su última defensa de la economía europea al frente del BCE.
En los momentos previos al lanzamiento de los conocidos como QE (por sus siglas en inglés) tanto de la Fed como del BCE, el Bund ha experimentado fuertes caídas en su interés y al acabar el mismo su rentabilidad se situaba en línea con la que tenía cuando se iniciaron las compras.
Cuando la Fed arrancó su primera ronda en diciembre de 2008, el bono alemán a 10 años ofrecía un rendimiento del entorno del 3% y al finalizar en marzo de 2010 este llegaba al 3,3%. En la segunda pasó del 2,4% al 2,9% y en la tercera del 1,4% a la zona del 2%. Finalmente, en el momento en el que el BCE lanzó su propio programa, el rendimiento de la deuda germana estaba en el 0,3%, ligeramente por encima del 0,2% en el que entró en 2019, cuando las compras tocaron a su fin.
Hay dos motivos que han llevado a los inversores a empezar a dudar sobre el BCE: la mejora en los datos macro y las últimas declaraciones de miembros de la entidad
"Creemos que merece la pena subrayar que las rentabilidades de la deuda a largo plazo podrían estabilizarse después de que el BCE anuncie un nuevo programa de compras a gran escala. ¿Por qué? Porque los bonos van por delante de los QE. Si la entidad logra reanimar las expectativas de inflación, para lo que se necesitaría un programa mayor de lo esperado, probablemente se estabilizarían las rentabilidades a largo plazo, aunque posiblemente la reacción inicial fuese de un rally", reflexionan en Nordea.
De hecho, hay dos motivos que han llevado a los inversores a empezar a dudar sobre el BCE: la mejora en los datos macro y las últimas declaraciones de miembros de la entidad, que han abierto el debate sobre si finalmente se producirá un nuevo QE, algo que el mercado había dado por seguro. Así, desde mínimos los intereses de la deuda han rebotado, un movimiento que podría continuar.
"A pesar de las medidas expansionistas esperadas, es posible que la rentabilidad del bono a 10 años suba la próxima semana. El aumento en el interés probablemente se debe también al hecho de que los inversores están revisando lentamente su perspectiva negativa sobre la economía global", inciden los analistas de Commerzbank. Por su parte, los expertos de DZ Bank consideran que "las declaraciones de miembros del Consejo de Gobierno han esparcido dudas sobre la magnitud de las medidas de flexibilidad que el BCE pueda anunciar. Dadas las altas expectativas del mercado, el potencial de decepción en la renta fija es considerable".
A medida que la subida de tipos se borraba del horizonte en el mercado y, a partir de junio, empezaba a aparecer un posible recorte, los inversores se han lanzado a comprar deuda. Este movimiento ha provocado que los bonos soberanos hayan marcado nuevos mínimos históricos de rentabilidad que habían marcado la mayor parte de países en 2016 y que parecían imposibles de volver a alcanzar. La caída en el interés va desde los más de 180 puntos básicos de la deuda transalpina a los 85 del bono alemán a 10 años. Así, la deuda soberana de la eurozona genera ganancias de más del 9% en lo que va de 2019, siendo los bonos a más largo plazo los que se apuntan las mayores subidas por precio.
Según datos de Bloomberg, la renta fija soberana con una duración de 1 a 3 años provoca ganancias de solo el 0,9%, mientras que la de más de 10 años logra un 19%. Por países, los periféricos son los grandes protagonistas, acumulando todos ellos subidas por precio del 10%. En concreto, la deuda transalpina se apunta las mayores subidas, cercanas al 17%. Mientras, Portugal se sitúa en segunda posición, generando números verdes que superan el 14%. En el caso del bono español a 10 años el ascenso es del 13%.
En los países conocidos como core, Francia logra el mejor comportamiento, con una subida del 10%. Mientras, el que haya invertido en deuda alemana se anota beneficios del 8,8% en 2019 y el que lo haya hecho en papel de los Países Bajos logra un 8,6% de subida.
Las opciones del BCE para ir de compras
Si el BCE se decidiese a reanudar el programa de compra de activos se encontraría con algunas dificultades por los límites que se ha fijado. Según los datos de Deutsche Bank, si realizase compras por 30.000 millones mensuales y mantuviese el límite del 33% de cada emisión tendría bonos para continuar con su programa durante 26 meses. Si la cantidad fuese de 45.000 millones tendría deuda para 17 meses y si ascendiese a 60.000 millones tendría 12 meses antes de tener que cambiar sus límites.