Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Puede usar China el yuan como arma en la guerra comercial contra EEUU?
- Dejar caer al yuan mucho más puede desembocar en una fuga de capitales
- Esta opción sería un ataque contra el mundo y no solo contra EEUU
- Los analistas de Barclays ven al yuan en 2020 cayendo hasta los 7,25
Vicente Nieves
El Banco Popular de China (PBOC) ha dejado de defender la zona de los siete yuanes por dólar, un movimiento que ha sido interpretado por EEUU como una manipulación de la divisa mientras que China sostiene que es el reflejo de las fuerzas del mercado. Sean o no las fuerzas de la oferta y la demanda, lo cierto es que el PBOC ha tomado esta decisión pocos días después de que Donald Trump, presidente de EEUU, anunciara nuevos aranceles del 10% sobre un grupo de bienes chinos por valor de 300.000 millones de dólares. De modo, que esta decisión parece ser una mezcla de necesidad (presión bajista del mercado sobre el yuan) y de oportunidad para contestar a Trump sus políticas. Pero sin control, una caída brusca del yuan puede tener graves consecuencias para China, por lo que el uso de la divisa como un arma real en la disputa con EEUU puede tener grandes limitaciones.
Las opciones de China para devolver los golpes a EEUU en la guerra comercial son pocas y las que tiene pueden ser contraproducentes o, simplemente, inútiles. A Pekín le quedan unos 50.000 millones de dólares en bienes que importa de EEUU y que todavía no han sido objeto de estas imposiciones. Sin embargo, Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics, cree que las empresas chinas tendrían muy complicado sustituir esos bienes que importan y que además representan una cantidad pequeña si se compara con el volumen de bienes que puede 'gravar' EEUU como respuesta. Otra alternativa son las medidas no arancelarias o contra las empresas de EEUU que operan en China, aunque su efecto también tendría serios límites, según los expertos.
Muy llamativa por su impacto potencial en los mercados sería la venta del billón de dólares en bonos del Tesoro de EEUU que mantiene el PBOC en forma de reservas. No obstante, esta decisión "también sería contraproducente. El PBOC necesita las reservas de divisas para mantener la liquidez en sus mercados". Además, la venta masiva de estos bonos podría presionar a la baja el precio de los mismos generando pérdidas importantes para el banco central chino.
El yuan y sus limitaciones
De modo que el yuan parece, a primera vista, el único arma que podría ser realmente efectiva en esta guerra comercial. Pero como el resto de alternativas (y como casi todo en la vida), dejar caer al yuan o devaluarlo también puede tener graves consecuencias para la economía china. Allan von Mehren, economista jefe de Danske Bank, reconoce que ante la escasez de bienes americanos que le quedan a China por tasar, el yuan, por lógica, sería el arma más eficaz para golpear a EEUU. Una fuerte caída de la divisa china haría que los bienes y servicios made in China ganasen en competitividad vía precios y ganasen en atractivo en los mercados globales (todos, no sólo en EEUU).
A pesar de ello, Mehren cree que China tiene motivos para no hacer esto o al menos para no permitir que el yuan caiga mucho más. Pekín se ha comprometido a no usar la divisa como arma en varias ocasiones y a respetar el consenso multilateral sobre las políticas cambiarias.
Además, "el tiro le podría salir por la culata en caso de una devaluación mayor. Cuando los mercados -y los hogares chinos- sufrieron la devaluación entre 2015 y 2016, ello supuso una salida de capitales significante que China intentó contener. Finalmente se salió con la suya, pero esto podría no volver a ocurrir en esta ocasión". Cuando los ahorradores e inversores prevén que su divisa doméstica va a perder valor buscan cualquier vía para convertir sus activos en otras divisas con el objetivo de mantener su poder adquisitivo.
"Segundo, China quiere aparentar ser un jugador responsable en la escena global y una devaluación no sólo haría daño a EEUU, sino que también afectaría el resto de sus parejas comerciales en Asia y Europa", explica el economista jefe de Danske.
Todo lo anterior no quiere decir que el yuan no pueda caer más porque probablemente lo hará como sucedió en 2015, pero el descenso será limitado. La desaceleración económica en China, la guerra comercial, los problemas en Hong Kong y la fortaleza del dólar en los últimos tiempos han estado presionando a la baja el 'precio' del yuan. Lo que ha hecho el PBOC ha sido dejar que la divisa china se ajuste algo más a las fuerzas del mercado flexibilizando la banda de fluctuación.
De este modo, "creemos con alta probabilidad que el mercado debilitará un poco más al yuan durante el próximo año... prevemos que la presión vendedora se mantenga viva hasta le nivel de 7,2 yuanes por dólar", concluye Mehren. Desde Barclays creen que el descenso profundizará algo más hasta los 7,25.
Como explicaba Paul Krugam, Nobel de Economía, en su cuenta de Twitter: "Pienso que sería más adecuado decir que China ha estado apoyando su divisa previamente. La manipulación ha sido mantener al yuan al alza, no a la baja. El cambio ha sido dejar que las fuerzas del mercado importen más, no menos".