Bolsa, mercados y cotizaciones

Las bolsas asiáticas se tambalean con la respuesta de EEUU a China: caídas hasta el 3% y el yen sube a máximos de tres años

  • Pekín devuelve el golpe a Trump al devaluar el yuan a mínimos de 2008
  • En respuesta, la bolsa de Hong Kong se ha dejado al cierre un 2,85%...
  • ... y el Nikkei despide su peor jornada en los últimos dos meses

elEconomista.es

La respuesta de China a los aranceles de Trump con una depreciación del yuan y parando las compras agrícolas a EEUU ha desatado grandes turbulencias en los mercados asiáticos. Las caídas han sido generalizadas en una jornada en la que la bolsa de Hong Kong ha cerrado con un descenso del 2,85%, mientras que el Nikkei ha despedido su peor día en dos meses (-1,8%). El Topix, también de Japón, cedió un 1,8%.

Sin salir de Asia, los números rojos también protagonizaron las sesiones de las bolsas de Singapur (-2%), de Indonesia (-2,59%), de Malasia (-1%), de Tailandia (-1,1%), de Filipinas (-2,95%) y de Vietnam (-1,8%).

La divisa japonesa, que actúa como activo refugio, sube frente a sus principales pares. Frente al dólar alcanza máximos desde octubre de 2016. El oro también se aprecia con fuerza y se dirige la onza a los 1.500 dólares, algo que no ocurría desde 2013.

Así las cosas, el yuan, la moneda china, cae a mínimos de 2008 superando la barrera psicológica de 7 yuanes por dólar. El Banco de China ha rebajado en medio punto la banda comercial de su divisa para devaluarla como respuesta a la nueva ronda de aranceles anunciada por Trump la semana pasada. La moneda del gigante asiático se deprecia a mínimos de 2008 y lleva el nerviosismo a las bolsas.

El movimiento de China se interpreta por los inversores como que la guerra comercial se dilatará en el tiempo, una vez que el Banco de China ha dado luz verde a devaluar su moneda.

¿Qué supone esta depreciación? Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad, aunque el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones en un momento en el que Pekín sigue hablando de abrir sus mercados al mundo.

Y eso es precisamente lo que Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics, cree que ha pasado. "El banco central ha permitido que el renminbi caiga a su nivel más bajo en una década en respuesta a las tensiones comerciales. Parece que ha decidido que, viendo las cada vez más sombrías perspectivas de un acuerdo con EEUU, merece la pena impulsar al sector exportador chino vía depreciación pese a que atraiga la ira de Trump", apunta.