Medios - Comunicación
Así quedará Mediaset tras la muerte de Silvio Berlusconi: Pier Silvio tiene el poder
- Pier Silvio Berlusconi se consolida como máximo ejecutivo del grupo
- Mantiene un enfrentamiento abierto con Borja Prado
- Las negociaciones con Prisa han quedado en el aire
María Juárez
La muerte del empresario y político italiano Silvio Berlusconi deja múltiples interrogantes en el aire sobre el futuro de sus negocios. Entre ellos, el más importante de todos, el grupo Mediaset, dueño de Telecinco. El gigante audiovisual propiedad de la familia está sumido desde desde hace varios meses en una guerra interna en España que encara ahora su recta final tras el fallecimiento.
Los dos CEOs nombrados por los Berlusconi, Alessandro Salem y Massimo Musolino, mantenían una dura batalla con el presidente de la filial española, Borja Prado, al que apartaron la semana pasada de todas las funciones ejecutivas o posibles influencias sobre la línea editorial o los informativos. Lo hicieron cuando se veía ya que los días de Berlusconi estaban llegando a su fin y es poco probable que haya ahora nuevos movimientos. Al menos a corto plazo. Otra cosa, sin embargo, es lo que pueda hacer Prado, que se ha llegado a plantear su marcha y que se queda ahora sin ningún apoyo. Silvio Berlusconi le había fichado, pero sus hijos no quieren saber nada de él.
El pasado noviembre, Borja Prado impulsó un comunicado a la CNMV en el que aseguraba que iba a tener funciones ejecutivas, asumiendo "labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos". La emisión de esta nota derivó en un gran malestar en Italia, hasta el punto de que Pier Silvio Berlusconi, hijo de Silvio Berlusconi y vicepresidente ejecutivo de la compañía, se llegó a plantear su despido. "Ha perdido totalmente la confianza en él", aseguran las fuentes consultadas.
Aunque desde el entorno de Mediaset insisten en que la muerte del patriarca no va a cambiar nada porque las decisiones ya se han tomado tras haber apartado a Prado, en el mercado existen muchas dudas. Una de las más importantes al margen de los movimientos en la cúpula, es qué va a pasar con Prisa. Mediaset lleva desde hace tiempo intentando hacerse con el control de la SER, pero la cadena de radio no está en venta y la única manera sería lanzar una oferta sobre la totalidad del grupo.
Prado quería hacerse con el control de Prisa, para potenciar así su posicionamiento político. De hecho, fuentes próximas a Prisa admiten la existencia de conversaciones, que a raíz del fallecimiento de Silvio Berlusconi se podrían ver paralizadas, pues tanto Salem como Musolino no lo consideran como un negocio rentable. Actualmente la capitalización de Prisa es de 288,9 millones de euros, pero este valor habría que sumarle la deuda de 728,4 millones que tenía el grupo a cierre de 2022. Es decir, el valor total ascendería a 1.017 millones de euros aproximadamente.
De momento, Mediaset y Prisa estaban negociando desde hace meses para que el grupo audiovisual gestionara la publicidad de la editora de El País y la SER. Y aunque no parece que eso sea algo que la muerte de Berlusconi vaya a cambiar, habrá que esperar para ver que pasa. Los herederos no quieren renunciar a un negocio tan jugoso, pero la tarea no es fácil.
Sus hijos
Gran parte de lo que pase con Mediaset y con el resto de los negocios dependerá del reparto de funciones entre sus herederos. Silvio Berlusconi tuvo cinco hijos de dos mujeres distintas, Carla Elvira Dall'Oglio y Veronica Lario. De estas relaciones, nacieron Marina, Pier Silvio, Bárbara, Eleonora y Luigi. Todos, con un pasado y un presente asociado a los negocios, como el que tuvo el ex primer ministro italiano.
Del primer matrimonio con Carla Elvira Dall'Oglio, que duró 20 años, están los mayores, Marina, de 57 años, y Pier Silvio, de 54 años. La mayor del clan, es actualmente considerada la mujer más rica de Italia y es la digna sucesora de su padre en los negocios y la política. Tempranamente, a sus 30 años, el empresario la nombró vicepresidenta del holding Fininvest, a través del cuál la familia participa en las distintas empresas, Mediaset incluida.
Su hermano, Pier Silvio, es el actual presidente de Mediaset. Inició su carrera en marketing creando programas de televisión para los jóvenes. Ha estado implicado en los casos de fraude y evasión fiscal de su padre, motivo por el cual es, sin duda, el más conocido de todos los hijos de Berlusconi.
Entre los pequeños, está Bárbara, quien es ex directiva del equipo del AC Milán, y ha estado ligada a las inversiones de fútbol de su padre; Eleonora, quien estudió Administración de Empresas en Nueva York y es la encargada de las causas benéficas del conglomerado y la única que no tiene un cargo directivo; y el pequeño del clan, Luigi, licenciado en Economía, quien a sus 18 años entró a formar parte del conglomerado familiar.
Fininvest con una facturación cercana a los 4.000 millones de euros, controla el 50% de Media For Europe; el 53% del grupo Mondadori; el 30% del banco mediolanum; y el 100% del teatro Manzoni y el equipo Monza. De acuerdo con las fuentes consultadas, Marina Berlusconi seguirá al frente del conglomerado mientras que Pier Silvio mantendrá las riendas de Mediaset.