Legal
El Supremo fija que las casas móviles necesitan licencia para usar el suelo en el que se instalan
- Señalan que se tratan de auténticas viviendas y no de remolques
Eva Díaz
Madrid,
El Tribunal Supremo (TS) establece que para instalar una casa móvil (también conocida como mobile-home, en inglés) se necesita licencia urbanística para el uso del suelo, ya que este tipo de viviendas no se asemejan a un vehículo con remolque sino a una casa prefabricada.
En una sentencia del pasado 5 de diciembre de la que fue ponente el magistrado Carlos Lesmes Serrano, el tribunal señala que estas casas móviles están ideadas para dar hogar a una o varias personas de forma temporal o permanente y que, por tanto, no pueden compararse con vehículos remolque que pueden estacionar en cualquier lado. Son viviendas que, aunque se muevan de manera puntual, se halla concebidas para permanecer establemente ancladas en una u otra parcela.
A juicio del Supremo, la exigencia de que estas viviendas tengan licencia para utilizar el suelo en el que se instalan se debe a "una razón imperiosa de interés general como es la protección del medio ambiente y el entorno urbano".
El tribunal resuelve el caso de una compañía con licencia de actividad de camping que quería casas móviles en una zona de acampada. El ayuntamiento exigió a la empresa tener licencia urbanística para poner este tipo de viviendas móviles, mientras que la empresa consideraba que bastaba con tener licencia para la actividad de camping.
El TS indica que la licencia de camping solo procura que la actividad se desarrolle sin causar molestias ni perjuicios al entorno, pero ninguna función realiza sobre el uso del suelo.
Transformar el camping en un 'resort'
La intención de la compañía era transformar su negocio de camping en una instalación tipo "resort" con servicio de agua, electricidad y desagüe.
La sentencia contesta que "resort" significa complejo hotelero, de manera que la transformación pretendida con la colocación de las casas móviles en unos terrenos en suelo no urbanizable a los que, tras las correspondientes obras, se las ha dotado de los servicios de agua, electricidad y desagüe, implica un uso del suelo que exige autorización urbanística, sin que dicha transformación pueda quedar amparada en la licencia de camping.