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El Tribunal Superior de Madrid reconoce el suicidio como accidente laboral

  • Señala que el fallecimiento del trabajador estuvo ligado al estrés y el acoso
  • El empleado dejó cartas señalando a su superiora
Mazo de un juez junto a una balanza. / iStock

Eva Díaz
Madrid,

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) reconoce el suicidio como accidente laboral, algo que ya han reconocido distintos tribunales en otras sentencias previas. En un fallo de este 30 de octubre del que fue ponente la magistrada María Begoña García Álvarez, concluye que la situación psíquica del fallecido está relacionada de manera "indudable" con su trabajo, habiendo quedado acreditada la existencia de un nexo causal entre el acto del suicidio y la ansiedad o estrés laboral que padecía.

El fallo desestima el recurso interpuesto por Fraternidad Muprespa, una mutua colaboradora con la Seguridad Social, contra la sentencia del Juzgado de lo Social número 43 de Madrid de noviembre de 2022 que reconoció el suicidio como accidente laboral, lo que conllevaba a pagar una pensión de orfandad al hijo del fallecido.

El TSJM, compartiendo el criterio del juzgado de primera instancia, entiende que los problemas de índole laboral tienen una clara conexión temporal con el acto suicida. "No se vislumbra, de las cartas escritas por el actor, en las que quiere explicar a toda costa el motivo de su decisión, que existieran otros motivos para quitarse la vida como pudieran ser problemas de salud de su madre, o la muerte del padre, hacía más de un año. No es por tanto posible entender que la problemática familiar, tuviera entidad suficiente para suponer una ruptura del nexo causal", expone la sentencia.

El fallo resuelve el caso de un empleado de Mercados Centrales de Abastecimientos de Madrid (Mercasa), que además llegó a formar parte del consejo de administración, que se suicidó ante el acoso laboral y estrés que sufría. La empresa, en 2017, fue investigada por la Audiencia Nacional por el presunto pago de comisiones en países de Latinoamérica y África a cambio de conseguir adjudicaciones. A partir de ese momento, el trabajo de este empleado consistió en recopilar documentos de la empresas para la Guardia Civil. Según la sentencia, trabajaba en casa tras su jornada, por la noche, sábados, domingos y festivos.

Además, en un correo que se envió a su propio correo antes del suceso, señaló que su superiora le había hecho "la vida imposible", había maquinado contra él, aislado, gritado y ninguneado. "Reducen plantilla, me avisan tarde de las cosas, actúan por su cuenta, arriba me atacan, debajo también y por los lados soy víctima colateral de los tiempos", escribió.