Infraestructuras y Servicios

Fondos árabes, de EEUU y Europa entran en la carrera con Energy China para comprar TSK


Javier Mesones, Cristian Reche
Madrid,

TSK avanza en el proceso para tratar de dar entrada a un nuevo inversor en su capital con una posición mayoritaria. La ingeniería asturiana prevé remitir a los potenciales compradores el cuaderno de venta en los próximos días –previsiblemente a mediados de mayo– con el objetivo de recibir las ofertas vinculantes tras el verano y poder cerrar la transacción antes de finalizar 2025. La compañía que preside Sabino García Vallina mantiene conversaciones, con distintos grados de intensidad, con alrededor de media docena de fondos y grupos industriales que se han aproximado para mostrar su interés.

En concreto, además del acercamiento de Energy China, avanzado por este diario, la empresa ha despertado también el apetito de fondos soberanos de Emiratos Árabes Unidos, de Estados Unidos y de Europa y también alguna constructora de Arabia Saudí (dominada, esta última, por fondos soberanos del país) y europea, cuyas identidades por ahora permanecen en el anonimato. También se han aproximado otras firmas chinas, aunque los contactos más firmes son los que se están produciendo con Energy China, que compró hace cinco años las ingenierías españolas Empresarios Agrupos y Ghesa.

TSK está ultimando la 'vendor due diligence', para lo que ha contratado los servicios del despacho de abogados Garrigues, para la parte legal y fiscal, y de KPMG, para la financiera. También cuenta como asesores, para pilotar la búsqueda de inversores, con Banco Santander y la entidad estadounidense Stifel. El plan de la compañía discurre por dividir el proceso entre dos tipologías de posibles compradores. Por un lado, remitirá la vendor due diligence, que responde a una revisión profunda de los aspectos financieros, legales, fiscales y operativos de la empresa, a las cuatro o cinco firmas cuyo interés ya ha identificado y, por otro, enviará un teaser ciego –sin toda la información, por tanto– a otro grupo de empresas o fondos que podrían plantearse abordar la transacción.

La dirección de la firma asturiana está diseñando una operación que implicaría ejecutar una ampliación de capital para dar entrada al nuevo accionista, que tomaría una participación mayoritaria. La familia fundadora, representada por el presidente y por su hijo, Joaquín García Rico –consejero delegado–, pretende mantener una posición minoritaria para aprovechar el previsible crecimiento futuro de la multinacional española. Idealmente, también trataría de que una parte de la operación se realice a través de una venta directa de sus acciones. Esto, no obstante, podría acordarse para dentro de unos años a través de una opción de salida futura. Todo dependerá de la negociación con el comprador y todas las opciones están abiertas. La saga también desea permanecer en los órganos de gestión, si bien, de igual modo, será una decisión del nuevo accionista de control.

Calendario

TSK aguardará hasta septiembre para recabar las ofertas vinculantes que, de haberlas, determinarán la fórmula de la operación y el importe de la probable ampliación de capital. La entrada del inversor se cerrará, si se cumple el calendario que maneja la compañía, en octubre o noviembre. La valoración que hacen los actuales dueños de la ingeniería asturiana apunta a una horquilla de entre 500 y 600 millones de euros, incluyendo una deuda que asciende en la actualidad al entorno de los 300 millones (recoge las líneas de circulante, más de 100 millones de euros de créditos bancarios y las inversiones en proyectos de generación).

La compañía, entre tanto, avanza en su actividad ordinaria y ha sumado en los últimos meses los contratos para varias centrales de ciclo combinado en República Dominicana, un nuevo proyecto de estabilización de red en Reino Unido y dos ciclos combinados en Oriente Medio que impulsan su cartera a un nivel récord próximo a los 3.000 millones de euros. Asimismo, progresa con su plan de desinversiones y tras sellar la venta de un complejo solar en México acaba de hacer lo propio para el 10% de una planta termosolar en Israel que, a falta de recibir las autorizaciones pertinentes, será traspasado a un fondo local por más de 25 millones de euros. También irá cobrando en los próximos meses –antes de septiembre– la financiación de un proyecto fotovoltaico Penonomé, en Panamá, por un importe de unos 90 millones de euros tras el acuerdo sellado con Avanzalia el año pasado.

Sumar bancos internacionales

Para afrontar los nuevos contratos logrados en los últimos meses, TSK está tratando de sellar acuerdos con bancos internacionales para obtener los avales necesarios para ejecutar los proyectos. Entre las entidades figuran HSBC, Citibank o Deutsche Bank. Busca así agregar nuevos avalistas que complementen a la banca española, que ya aporta alrededor de 700 millones de euros en avales a la ingeniería (500 millones en una línea sindicada).

La incorporación de un nuevo accionista de control es una condición impuesta precisamente por los bancos para continuar apoyando a la compañía y que ésta pueda así abordar una nueva etapa de crecimiento y abundar en la contratación. Los gestores actuales, por el momento, han diseñado un plan estratégico hasta 2028 en el que contemplan incrementar las ventas a 4.000 millones en tres años, lo que supone un importante aumento con respecto a los niveles de 2024 (1.012 millones).