Infraestructuras y Servicios

TSK vende sus renovables en México e Israel para bajar deuda e impulsar su actividad


Cristian Reche, Javier Mesones
Madrid,

El grupo de ingeniería asturiano TSK avanza en su plan de desinversiones de plantas renovables tras haber salido al mercado en busca de un socio para reforzar su balance y garantizar el desarrollo de su hoja de ruta. La compañía, propiedad en su mayoría del empresario Sabino García Vallina (84,37%), obtendrá con las ventas de activos y acuerdos en México, Israel y Panamá cerca de 200 millones de euros, según fuentes consultadas por 'elEconomista.es'.

El grupo ha encontrado ya comprador para el complejo Solar Las Ánimas II y Versalles de las Quatas, integrado por seis plantas fotovoltaicas situadas en México con una potencia instalada de 146 MWp. La valoración de estos parques, construidos por TSK y en los que mantenía una participación del 84,99% –el 15,01% restante está en manos de la también española Eosol Energy– asciende a cerca de 100 millones de dólares (92,2 millones de euros al cambio actual), incluyendo la deuda.

El comprador ha sido Ainda, un fondo de capital privado mexicano habituado a invertir en activos de infraestructura –es socio de Aldesa en autopistas en México–. El cierre de esta operación está sujeto al cumplimiento de condiciones suspensivas comunes para este tipo de acuerdos. TSK ingresará en su caja por esta desinversión alrededor de 55 millones de dólares (50,7 millones de euros), según fuentes conocedoras.

Otro de los activos de TSK que está cerca de vender es el 10% de la termosolar Negev Energy, en Israel. Esta participación estaba tasada en libros en 28,41 millones de euros y la ingeniería asturiana ha llegado a un acuerdo ya para venderla por una cantidad similar (30 millones de dólares) a un fondo israelí cuya identidad no ha trascendido. El proyecto pertenece a una empresa de propósito especial creada para planificar, financiar, construir y operar la planta de energía termosolar en virtud de un contrato de concesión por un período de 28 años. Los accionistas dominantes son dos firmas locales: la constructora Shikun & Binui (50% de participación) y Noy Fund (40%).

La tercera operación en ciernes está relacionada con el acuerdo que TSK alcanzó con la también española Avanzalia el pasado otoño para resolver las disputas por la financiación de una planta solar fotovoltaica de 150 MW en Penonomé (Panamá). El pacto implica que Avanzalia pagará a la multinacional asturiana, que había financiado y construido el proyecto, 114 millones de dólares (105 millones de euros) durante un periodo de tiempo determinado.

Por ahora ya ha cobrado una parte que va aumentando mes a mes por la generación de energía de la instalación fotovoltaica. Ahora bien, la expectativa es poder recibir la totalidad próximamente, toda vez que Avanzalia ha puesto a la venta el activo. El objetivo es encontrar comprador y lograr cerca de 140 millones de dólares (129 millones de euros). La compañía ha encargado esta misión a PwC, que ya está en la fase de recepción de ofertas.

Con estas tres operaciones ejecutadas casi de forma simultánea, TSK, conocida por haber participado, entre otros proyectos, en la ejecución del sistema de césped retráctil estadio Santiago Bernabéu, coge aire para reducir deuda, por un lado, y para reforzar sus recursos de cara a implementar su plan de crecimiento.

Precisamente con el objetivo de obtener fondos adicionales que le permitan acompasar el crecimiento con el control de la deuda, TSK ha contratado a Banco Santander y a la entidad estadounidense Stifel para buscar potenciales socios, tanto españoles como internacionales, que entren en su capital (el alcance dependerá de las propuestas).