Infraestructuras y Servicios

ACS proyecta crecer el 17% en 2025 y eleva las perspectivas de Abertis gracias a las compras y la extensión de contratos

Juan Santamaría, consejero delegado de ACS, y Florentino Pérez, presidente

Javier Mesones

ACS se ha fijado un objetivo de crecimiento del beneficio neto ordinario de entre el 9% y el 17% para 2025. En 2024, este parámetro escaló el 14,4% -por encima de las previsiones del 8%-12%-, hasta 684 millones. De este modo, en el presente ejercicio las estimaciones de la compañía discurren por alcanzar entre 745 y 800 millones de euros. La empresa apoya sus proyecciones en la positiva evolución de todos sus negocios, con la estadounidense Turner a la cabeza.

Los resultados de ACS de 2024 han sorprendido por la potente capacidad de generación de caja del grupo, con 2.094 millones de euros. Esta cifra supera ampliamente las estimaciones que dio hace menos de un año, durante su Capital Markets Day, en el que calculaba niveles de entre 1.100 y 1.300 millones hasta 2030. El crecimiento del último ejercicio se apoya fundamentalmente en la estadounidense Turner, que pasó de 458 a 712 millones, Dragados, que tornó de -72 millones a 331 millones, y Cimic, que aumentó en 161 millones. "No esperábamos estas cifras", ha reconocido Juan Santamaría, consejero delegado del grupo, durante la presentación de los resultados anuales.

El directivo se muestra, además, optimista para los próximos años. "Tampoco estamos viendo que haya una desaceleración en el mercado", asegura. Más bien todo lo contrario. Porque las expectativas respecto a las infraestructuras digitales, y más concretamente para los centros de datos, son cada vez mayores, tanto en Estados Unidos como en Europa.

Para centros de datos, ACS tiene previsto invertir en el próximo año y medio unos 700 millones de euros, tanto en terrenos como en energización. A ello añade el grupo los compromisos de inversión adquiridos para la autopista ganada el pasado verano SR-400 en Georgia (Estados Unidos), de entre 1.100 y 1.200 millones. Santamaría ha destacado la capacidad multiplicadora del valor de la inversión de los proyectos managed lanes de Estados Unidos, en los que tiene el foco para los próximos meses y años, con oportunidades en Georgia, Tennessee, Florida, Virginia o Carolina del Norte.

Por ahora, la apuesta por las autopistas norteamericanas corresponden a los negocios de construcción del grupo y a Iridium, quedando Abertis al margen -al menos en el comienzo de los concursos-. El plan para la concesionaria que ACS controla junto con Mundys se encamina hacia la adquisición de activos, como el anunciado este viernes con la autopista A-63 en Francia, y sobre todo la renegociación y extensión de contratos en cartera.

Santamaría hizo hincapié en la evolución de Abertis. En 2018 ha recordado, la cartera sobre la deuda, era de 3,4 veces, en 2023 subió a 5,5 veces y en el último año se elevó hasta las 6,1 veces. Asimismo, ha avanzado una revisión al alza de las perspectivas operativas de la firma que dirige José Aljaro. En concreto, frente a los 4.000 millones de ebitda que Abertis preveía generar en 2033, ahora, tras las adquisiciones, adjudicaciones y extensiones logradas (Autovía del Camino en España, Ruta 5 en Chile o A-63 en Francia, entre otras), la proyección es de 4.750 millones. Un importe que ya no incluiría la gala Sanef -aporta el 34% del ebitda de Abertis y sus concesiones habrán vencido para entonces- pero que, sin embargo, superaría ampliamente los 4.292 millones de este año -y sin considerar nuevos activos-.

Tanto ACS como Mundys han reafirmado su compromiso con Abertis y este mismo viernes han anunciado una inyección de 400 millones de euros para financiar nuevas adquisiciones como la acordada en Francia por el 51,2% de la A-63. Se suman a los 1.300 millones que ya desembolsaron el año pasado. Santamaría ha revelado que Abertis está analizando otras dos o tres adquisiciones más. Entre ellas figura la participación de Ferrovial en Autema, operador de la autopista catalana C-16.

Para poner en valor las capacidades de ACS, Santamaría ha realizado un ejercicio hipotético por el que si el grupo genera 1.500 millones de caja de media entre 2024 y 2030 y completa su plan de desinversiones por 3.000 millones, de los que ya ha obtenido 2.000 millones, obtendría 13.500 millones. De ellos, alrededor de 5.000 millones se destinarían a la remuneración al accionista, por lo que quedarían 8.500 millones. ¿Qué hará con este dinero? El consejero delegado explica que 4.500 millones irían al crecimiento en infraestructuras, como las managed lanes y los centros de datos; 2.000 millones para inversiones estratégicas, entre las que se incluye la compra de la irlandesa Dornan, y otros 2.000 millones "seguramente" para Abertis y otras posibles adquisiciones.

En relación a las desinversiones, Santamaría ha enfriado por ahora la venta de su filial de servicios Clece, tal y como ya publicó este diario. "Está en nuestra cartera de proyectos o compañías que se pueden monetizar", ha dicho el directivo. "Es una gran compañía, que además puede tener bastante crecimiento viendo las oportunidades que hay en el mercado, pero no queremos venderlo por debajo del precio que tenemos en la cabeza", ha precisado. "A pesar de que hay mucho interés, mientras no nos den el valor que tenemos en mente no nos desprenderemos de Clece", ha rematado.