Pablo Motos y Juan Roig son dos figuras destacadas del panorama empresarial y mediático español. Ambos valencianos, ambos triunfadores. Y, sin embargo, poco dados a las declaraciones públicas fuera de sus respectivos ámbitos: uno en el plató de televisión, el otro en los despachos empresariales. Por eso ha sorprendido tanto la reciente intervención de Pablo Motos en el pódcast Tengo un plan, donde habla sin tapujos sobre su vida, su carrera, y comparte una reveladora conversación con el dueño de Mercadona.
Durante la entrevista, el presentador de El Hormiguero se muestra especialmente sincero sobre su forma de ver la vida y los retos profesionales. "A mí me gusta ganar", confiesa. Además, da a entender que el amor propio y la competitividad, sumada a su incansable trabajo, han sido una de las claves de su éxito en el prime time de Antena 3. El periodista también se abre sobre sus inicios más humildes. "Antes de tener dinero, no tenía un duro y era feliz. Ahorraba toda la semana para poder ir el viernes a un asador, y luego volvía a quedarme sin nada", cuenta. Esa experiencia, lejos de traumatizarle, le dio lo que él llama "capacidad de recuperación", una especie de resiliencia que le ha acompañado toda la vida.
"Mi seguridad no está en la rama, mi seguridad está en mis alas"
Pero el momento más llamativo del pódcast es cuando Motos relata una conversación privada que tuvo con Juan Roig. "Le pregunté: '¿Tú qué crees que va a pasar el año que viene?", cuenta. La respuesta del empresario no fue una predicción económica ni una estrategia empresarial, sino una reflexión profunda que dejó huella en el presentador. "Juan me dijo: 'No lo sé, pero te voy a contar una cosa. Había un pájaro muy grande en una rama, y le preguntaron si no tenía miedo de que se rompiera la rama donde estaba. Y él contestó: Mi seguridad no está en la rama, mi seguridad está en mis alas", relató Motos. "Desde entonces, yo también confío en mis alas", añadió con convicción. Con esta metáfora, Roig expresa que la verdadera seguridad no reside en las circunstancias externas —la economía, la política, el entorno— sino en la preparación, el talento y la capacidad de adaptación personal. Un mensaje que Motos ha hecho suyo, especialmente al aproximarse a una nueva etapa vital: "Voy a cumplir 60 años, pero no voy a hacer el gilipollas. No le regalo sufrimiento a la vida", sentencia.