Los hechos son tozudos: la audiencia en La 1 comulga mejor con el adoctrinamiento político en RTVE que con el salseo y el cotilleo: Intxaurrondo funciona, Mañaneros va mejor con Javier Ruiz y Cintora avanza y es competitivo en La 1 con la efervescencia del Caso Cerdán y el escándalo de los audios. Conclusión de la cúpula de TVE: más política y menos corazón. La Corporación se enfrenta a una nueva etapa de ajustes forzosos tras el fiasco de La Familia de la Tele. La posibilidad de consolidar a Jesús Cintora como figura vespertina se perfila como una solución temporal, con buenos datos de respaldo pero también con riesgos editoriales. El equilibrio entre la información, el entretenimiento y la pluralidad ideológica vuelve a estar sobre la mesa en una televisión pública que busca, una vez más, redefinir su identidad sin perder a su audiencia. La 1 es una autopista ideológica que comienza con Silvia Intaxaurrondo en La Hora de La 1, continúa con el Mañaneros 360 de Javier Ruiz, pasa al Telediario y después llega Cintora, cuyas dos incursiones en La 1 por la tarde, pasa sustituir con Malas Lenguas a La Familia de la Tele con la excusa informativa del escándalo Cerdán han sido exitosas.
La dirección de Radio Televisión Española, encabezada por José Pablo López y su número dos, Sergio Calderón se empeña en recalcar que no hay un papel firmado que diga que La Familia de la Tele está finiquitada, con día y fecha. Pero eso ya lo sabíamos. Sin embargo, más allá de la oficialidad de un comunicado, diversos medios ha confirmado la primicia adelantada desde Informalia hace días: se ha tomado la decisión de retirar La Familia de la Tele y solo esperamos para conocer cuándo van a hacerlo, cómo van a comunicarlo y por qué van a sustituirlo.
Vamos teniendo pistas. RTVE está inmersa en una profunda revisión de su programación vespertina tras el sonado fracaso del Sálvame de La 1, el formato producido por Adrián Madrid y Oscar Cornejo y presentado por María Patiño, entre otros. La Familia de la Tele fue cancelado la semana pasada en una decisión que, aunque no ha sido comunicada oficialmente, ya es un hecho asumido por toda la corporación. La desaparición del programa tanto el jueves como el viernes en un hecho, si bien se trata de una decisión provisional, con la excusa de sustituir el corazón por la actualidad, dada la demanda informativa tras los escándalos de Cerdán, los audios y el informe de 500 páginas de la UCO filtrado desde el Supremo.
Un formato que pretendía importar el universo Sálvame a la televisión pública
El formato, que pretendía importar el universo Sálvame a la televisión pública tras su salida de Telecinco, no logró conectar con la audiencia ni justificar su elevado coste. La apuesta, arriesgada desde el principio, ha terminado por convertirse en uno de los mayores tropiezos de la actual dirección de RTVE, reconocen fuentes internas.Ante este revés, la cadena ha comenzado a mover piezas para reorganizar su franja de tarde y tratar de recuperar audiencia y credibilidad. Uno de los nombres que ha ganado fuerza en las últimas horas es el de Jesús Cintora, que ha estado al frente del programa Malas lenguas durante los pasados jueves y viernes en La 1.
Su paso a La 1 ontaba en efecto con una "percha informativa" potente —el escándalo político en torno a Santos Cerdán y su dimisión como secretario de Organización del PSOE—, pero lo cierto es que los resultados obtenidos por Malas lenguas, producido por Big Bang Media, han sorprendido incluso a los directivos más escépticos. El programa rozó el 10% de cuota en su primera emisión y logró competir de tú a tú con espacios consolidados como Todo es mentira (Cuatro), TardeAR (Telecinco) y ofertas similares de Antena 3.
Este rendimiento ha despertado el interés de la cúpula de TVE, que valora mantener a Cintora al frente de un nuevo espacio en la franja vespertina, al menos de forma provisional hasta que finalice la temporada. No obstante, el principal obstáculo es de índole política: la presencia de Cintora en la televisión pública ya generó controversia en el pasado por su estilo combativo y su enfoque ideológico, lo que vuelve a abrir el debate sobre la línea editorial de RTVE en horario de tarde.
Actualmente, las mañanas de La 1 están mejor asentadas. Tras La hora de La 1, con Silvia Intxaurrondo y Marc Sala (este último en el aire por discrepancias internas), se emite Mañaneros 360, conducido por Javier Ruiz, con una mayor dotación política y sin presencia de contenido del corazón. El tramo extra de Mañaneros, sin embargo, no ha logrado consolidarse, en el tramo final que enlaza con el Telediario de las 15:00 horas.
El dilema que enfrenta ahora RTVE es cómo reorganizar esa franja sin saturarla de contenido político. Si Cintora se incorpora de forma regular, el riesgo es convertir la tarde en una secuencia excesivamente ideologizada: tertulias políticas, el Telediario y más política con Cintora, justo antes de las ficciones de éxito como La promesa, para pasar por Aquií la Tierra, de nuevo el Telediario, y Broncano (de lunes a jueves).
La promesa se ha convertido en el gran bastión de La 1. Bronacno sigue marcando buenos datos, una vez ha asumido un papel de segundón respecto del líder, que suele ser El Hormiguero. Pero aun así, La Revuelta logra cifras muy dignas, superando frecuentemente el 12% y, en ocasiones, el 13% de cuota y rara vez baja del 10%. Además, algunas noches vemos cierta solidez en el prime time: el concurso de Chenoa funciona, Masterchef baja pero resiste, Buenafuente ha perdido fuelle pero funciona y los viernes ha llegado el cine (Los Siete Magníficos) para poner un parche y repararla sangría de la serie Weiss & Morales.
El Tour y el comodín del verano
Otro factor clave en la reestructuración de RTVE, como ya adelantamos, es la inminente llegada del Tour de Francia, que arranca el 5 de julio. El evento deportivo es pieza importante en este rompecabezas y servirá como comodín en la parrilla veraniega y permitirá jugar estratégicamente con las emisiones en La 1 y La 2, desplazando contenidos de una cadena a otra según convenga. El objetivo de la dirección de RTVE es ganar tiempo y oxígeno para preparar una nueva oferta vespertina más estable a partir de septiembre. Mientras tanto, no se descarta tirar de formatos provisionales, ficciones ya anunciadas o incluso nuevas apuestas low-cost que puedan probarse durante el verano.