En tiempos donde muchas estrellas construyen una imagen medida al milímetro, la refrescante Clara Galle apuesta por mostrarse tal como es: cercana, divertida y sin miedo a reírse de sí misma. Esa autenticidad es parte esencial de su magnetismo y explica por qué su presencia en entrevistas o redes sociales suele generar tanta simpatía entre sus seguidores. Este lunes por la noche, el plató de La Revuelta fue testigo de uno de los momentos más comentados del día en redes sociales. La actriz, una de las jóvenes con mayor proyección en España, protagonizó una divertida anécdota al final de su entrevista mientras promocionaba Olympo, la nueva serie de Netflix.
Tras hacer una voltereta —igual que su personaje en la ficción—, soltó entre risas: "Se me ha salido una teta", comentario que desató carcajadas tanto en el plató como en Internet, donde el clip se volvió viral en cuestión de horas. Con Olympo a punto de estrenarse, Clara Galle sigue demostrando que no es solo una cara bonita ni un fenómeno de redes: es una intérprete sólida, que ha sabido ganarse un lugar en la industria con trabajo constante, naturalidad y una enorme conexión con el público. Y si de paso nos arranca una sonrisa con alguna que otra frase inesperada, mejor todavía.
Pero, más allá del momento espontáneo y viral, ¿quién es Clara Galle?
Nacida como Clara Huete Sánchez el 15 de abril de 2002 en Pamplona (Navarra), la actriz adoptó el nombre artístico de Clara Galle y comenzó su carrera en el mundo del modelaje antes de dar el salto a la interpretación. Su gran oportunidad llegó de la mano de Netflix con la saga de películas juveniles A través de mi ventana, A través del mar y A través de tu mirada, donde interpreta a Raquel Mendoza, una joven escritora envuelta en una historia de amor apasionada y conflictiva.

La trilogía, basada en los libros de Ariana Godoy, no solo impulsó su carrera a nivel nacional, sino que la convirtió en una estrella entre el público adolescente de toda Iberoamérica. Con millones de seguidores en redes sociales y una imagen que combina frescura, carisma y compromiso, Clara Galle es hoy una de las actrices más buscadas por las plataformas de streaming. También ha participado en otras producciones destacadas, como El internado: Las Cumbres, la serie original de Prime Video, donde encarnó a Eva Merino, otro personaje juvenil con luces y sombras en un entorno cargado de misterio.
En Olympo, su más reciente proyecto con Netflix, Galle interpreta a Amaia, la capitana del equipo nacional de natación sincronizada en un exclusivo centro de alto rendimiento ficticio llamado Pirineos. La serie, que se estrena el próximo 20 de junio, se aleja del tono romántico de sus anteriores papeles para explorar temas como la presión deportiva, el rendimiento extremo y los dilemas éticos en el mundo del alto rendimiento juvenil.

Amaia es una atleta perfeccionista, exigente y determinada, pero su mundo se tambalea cuando su mejor amiga y compañera de equipo comienza a superarla. Pronto, surgen sospechas: algunas atletas están rompiendo récords de forma inexplicable. La serie plantea una pregunta inquietante y necesaria: ¿hasta dónde se puede llegar por alcanzar la excelencia? Durante su visita a La Revuelta, Clara compartió que el elenco se preparó físicamente como deportistas reales. "Entrenamos durante semanas para estar a la altura del nivel técnico que exigía la serie", explicó. De hecho, la voltereta que realizó en directo —y que originó el ya célebre comentario sobre el "desliz"— es parte del entrenamiento que su personaje realiza en la ficción.

El momento espontáneo de la voltereta en televisión no fue solo una ocurrencia divertida, sino una muestra de la naturalidad que caracteriza a Clara Galle. La actriz no dudó en bromear con lo que pensó era un accidente de vestuario, aunque luego aclaró que todo estaba en orden. La frase "se me ha salido una teta", lejos de incomodar, se recibió como una expresión genuina y desinhibida que conectó de inmediato con el público.
Hasta ahora su carrera ha estado marcada por papeles dirigidos al público joven, pero Clara Galle ha mostrado interés en explorar registros más amplios. Su participación en Olympo marca un paso en esa dirección: si bien sigue dirigida a un público juvenil, la serie incorpora conflictos más densos y personajes emocionalmente complejos. El cambio de tono y la exigencia física del rol demuestran su versatilidad y su compromiso con la evolución profesional. Con apenas 23 años, la actriz navarra ya ha protagonizado producciones internacionales, ha trabajado con plataformas líderes y ha cosechado una sólida base de fans. Su futuro parece abierto a todo tipo de géneros, y su capacidad para combinar talento, espontaneidad y rigor actoral la posiciona como una de las voces más prometedoras de su generación.