El periodista económico y el humorista tenían programa propio en el primer borrador de la televisión gubernamental que iba a hacer Prisa. La ruptura entre La Moncloa y el editor de El País y la cadena SER, con el golpe en la mesa de Joseph Oughourlian y la salida de Carlos Núñez y José Miguel Contreras de Miguel Yuste, ha cambiado la situación aunque previsiblemente de todos modos se materializará el lanzamiento de TeleSánchez. Eso sí, el sonoro divorcio entre el francés de origen armenio y el grupo de accionistas próximos a Ferraz condicionará el proyecto que iba a liderar José Miguel Contreras.
De momento, la guerra abierta entre el Gobierno y Joseph Oughourlian impedirá que varias estrellas de la Cadena SER tengan su propio proyecto televisivo en el nuevo canal, tal y como estaba previsto. Sin embargo, no les impedirá participar en otros proyectos dentro de RTVE.
Política y humor
En el primer borrador del proyecto, Javier Ruiz iba a presentar uno de los formatos principales y el cómico Héctor de Miguel iba a llevar su espacio satírico Hora veintipico a la TDT. El 'no' de Oughourlian les deja sin salto televisivo con Contreras, pero, a cambio, José Pablo López ha salido en su rescate. Prisa no permitiría que Ruiz y De Miguel compatibilicen la SER y una TeleSánchez sin el sello de la casa, pero sí les permitirá trabajar simultáneamente en la emisora más escuchada del país y en La 1.
El nombramiento de José Pablo López como presidente de RTVE supone la entrega definitiva de la Corporación pública al PSOE (véanse la emisión del documental 7291, el fichaje de Javier Ruiz o el desembarco de los ex de Sálvame). Tampoco se van con las manos vacías los socios clave de Sánchez en la renovación de la cúpula de RTVE: Podemos, encantado con la presencia de Pablo Iglesias en las tertulias de La 1 y RNE, y Junts per Catalunya, que ha bendecido el nacimiento de la televisión pública en catalán 2Cat.
Javier Ruiz sale al rescate de Mañaneros, que no pasa por sus mejores momentos. Especialmente débil se encuentra su tramo Extra Mañaneros, que naufraga en los mediodías y lastra a la primera edición del Telediario. A partir del 21 de abril, Ruiz se sumará al magazine que presenta Adela González. El reto principal de ambos, según RTVE, "será ofrecer una visión panorámica de la actualidad y mantener informado al espectador sobre todo lo que está ocurriendo".
Héctor de Miguel, por su parte, se unirá al equipo de cómicos que complementarán el nuevo proyecto de Jesús Cintora en La 2, Malas lenguas. El plan de humoristas lo completan Ignatius Farray, Raquel Hervás, Esther Gimeno, Asaari Bibang, Marina Lobo, Alicia Lobo y Miguel Charisteas.
José Pablo López y el poder
José Pablo López quiso exprimir su enfrentamiento, cuando dirigía Telemadrid, con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Pero aquella libertad era un espejismo: el malagueño se apoyaba en Ciudadanos, entonces socio del PP, para marcar distancias con la presidenta. Antes, López había dirigido la televisión más cercana al Gobierno de Mariano Rajoy, la episcopal Trece, y su entrada en el campo televisivo la hizo de la mano del hoy asesor sanchista José Miguel Contreras en los inicios de La Sexta.
El actual presidente de RTVE ha sido objeto de numerosos cuestionamientos sobre su independencia y autonomía al frente de la Corporación Radiotelevisión Española (RTVE). En los últimos meses, su gestión ha generado un creciente debate sobre su relación con el Ejecutivo. Esta relación ha sido advertida por algunos como un ejemplo de servilismo institucional, aunque él ha proclamado en varias ocasiones su independencia respecto a RTVE.
RTVE, a priori, debe actuar con independencia, sin estar sujeta a los intereses de ningún gobierno o partido político. Sin embargo, en la práctica, muchos críticos han señalado que la elección de José Pablo López como presidente de RTVE podría haber estado influenciada por una relación estrecha con el PSOE. RTVE debería ser un ejemplo de imparcialidad y objetividad en su programación, garantizando que los ciudadanos reciban información plural y veraz. Sin embargo, la realidad ha mostrado que RTVE ha sufrido casi de forma crónica una falta de independencia política.
Una de las principales críticas que ha enfrentado RTVE es su cercanía con el poder ejecutivo. A lo largo de los años, los diferentes gobiernos han utilizado el nombramiento de altos cargos en RTVE, como el presidente de la Corporación, como una herramienta para consolidar su influencia en los medios de comunicación.