Hacía tres años que Ivonne Reyes (57) no pisaba un plató, pero este viernes ha vuelto a hacerlo en el programa de Santi Acosta y Beatriz Archidona. La presentadora ha acudido a este espacio para hablar de su crítica situación económica, un asunto del que rompió su silencio esta semana y que ha sorprendido a quienes durante años siguieron su trayectoria. La modelo ha reconocido sentirse "rara" en su reaparición televisiva. Sin embargo, su estado ha cambiado pocos minutos después para transformarse en enfado. Tras asegurar que su hermana llegó a organizar su funeral y que estuvo a punto de perder la vida, ha amenazado con abandonar el plató. Hay asuntos que le remueve demasiado tratar, y que la persiguen desde hace años. Entre ellos, la guerra abierta que mantiene con su exmarido, Pepe Navarro, por la paternidad de Alejandro.
"En este momento no tengo nada. Cuando trabajaba en la tele tenía unos ingresos muy altos y ya no tengo nada. No sé si se llama mano negra, pero me parece raro que nadie me llame", ha explicado en el avance de De Viernes. Y ha añadido: "Esta realidad se la oculté a mi hijo. No ha sido fácil". "Si no hubiese tenido a mi hijo, tal vez no estaría aquí. Total, ¿para qué? Vivo gracias a él", ha reconocido, con emoción. Según ella, el joven es "el hijo biológico" de Navarro, "no el supuesto".
Con un hilo en la voz, Reyes ha explicado el motivo de su bancarrota: "Yo tenía varias casas en Venezuela. Una se la di a mis sobrinos y otra la vendí. Era una inconsciente, gastaba muchísimo. Me tuve que acoger a la ley de la segunda oportunidad mediante la cual te quitan las deudas si cumples unos requisitos". Su problema económico llegó en la época de "la pandemia. "En el momento del Covid tuve septicemia y desde ahí fue muy difícil volver", ha señalado.
La venezolana ha lamentado confiar en su momento en unos asesores fiscales que no la ayudaron, ya que a día de hoy no puede tener nada a su nombre y sus bienes están embargados.
"¿Qué hice con el dinero? Lo disfruté con mi familia realizando viajes, pagando por ejemplo a siete personas todo. Cuando empecé a ganar dinero pensaba que esto no iba a acabar nunca. De repente me devuelven los recibos y estoy en números rojos. Ahí empiezo a pedir préstamos a gente cercana. Después, cuando me pedían el dinero de vuelta, no podía devolverlo porque tenía que mantener a mi hijo. Él mismo me ha tenido que ayudar, y no debería haber sido así", ha expresado.
La modelo llegó a una situación "extrema", llegando a pedir "10 euros para hacer la compra". "Cuando llego y tengo la nevera vacía, levanto el teléfono. Empecé disfrazándolo y después directamente decía: '¿Me puedes dejar 50 euros y te los devuelvo cuando cobre?'. Yo he llegado a no tener nada en la cartera. Lo poco que tuve lo utilicé para la universidad de mi hijo en Estados Unidos", ha contado.
Tensión en el plató: "No voy a entrar"
Cuando quedaban pocos minutos para terminar la entrevista, la presentadora se ha negado a responder a las preguntas que no tenían que ver con las últimas novedades de su vida personal. Antonio Rossi ha cuestionado sobre si la modelo y el que fuera presentador de Esta noche cruzamos el Mississippi comieron juntos en 2016. Una cuestión que ha incomodado a la entrevistada. "Ellos hablaron y hasta allí voy a llegar. Él no apareció y tenía las puertas abiertas. Le dejó esperando", ha dicho, tajante. El periodista le ha respondido que fue ella la que avisó a Navarro de que el joven no iba a acudir a la cita.
"No quiero hablar más. Si seguimos por aquí, lo doy por terminada. Si no me quieren pagar, gracias. Lo hablé con dirección y no voy a continuar por ahí, gracias", se ha quejado, sacando su teléfono móvil y poniéndose en pie. "No voy a hablar, gracias por todo el cariño. Ya yo puse y no voy a hablar del tema", ha continuado. Bea Archidona ha pedido calma y le ha pedido que se sentara. "En la previa ya se te preguntó por Pepe Navarro y en el contrato no hay ninguna clausura que diga que las preguntas de mi compañero estén prohibidas", ha subrayado.
La tensión ha aumentado cuando Ángela Portero le ha seguido preguntando sobre su hijo. "Mi hijo renuncia a la pensión porque tiene dos dedos de frente, tiene su orgullo y trabaja", ha respondido la invitada. Y ha indicado con indignación: "Lo quede se lo pueden repartir entre todos, pero yo puedo hacer otros trabajos. Me voy. No pasa nada, pensé que iba a ser diferente y estaba muy agradecida".
Finalmente, Archidona le ha indicado que no se iban a hacer este tipo de preguntas, aunque no había ninguna prohibición de hacerlo por contrato. "Lo siento, no se entendieron", ha respondido. "No tengo necesidad, ya estoy mal y no era esto. Hablamos antes y este engaño no lo entiendo", ha zanjado la entrevistada, que ha aguantado unos minutos más en el plató, aunque después lo ha abandonado dando dos besos a los presentes, aunque en medio de un clima más agrio que dulce.