Televisión

Susanna Griso (no todo va a ser ligar) se moja con el catalán y habla de lo importante que es en su familia

Susanna Griso

Susanna Griso y Luis Enríquez están de moda: desde que Informalia destapó la relación entre la presentadora y el ex consejero delegado de Vocento, no hay medio que no se haya hecho eco del romance del invierno. La propia periodista confirmó con naturalidad nuestra primicia, la revista Hola llevó a ambos a su portada, y la visita de la presentadora a Arco junto a su novio fue un acontecimiento casi tan difundido como la asistencia de los Reyes a la Feria de Arte.

Pero no todo es ligar y estar con el flamante novio que se ha echado la comunicadora tras romper con su anterior amor. Griso pasó hace poco por El Hormiguero, en su propia cadena y nos concedió hace meses una interesante entrevista pero no suele aparecer en otras cadenas de televisión fuera de Atresmedia. La presentadora de Espejo Público pasa ya suficientes horas en directo cada mañana en Antena 3, por lo que rara vez se sienta al otro lado del micrófono para hablar de su vida privada. Sin embargo, su paisano Ricard Ustrell logró convencerla para participar en Col·lapse, el programa de entrevistas de TV3 que se emite los sábados por la noche en Cataluña.

En esta conversación, que transcurrió íntegramente en catalán, la periodista barcelonesa habló de su trayectoria profesional, sus inquietudes y, sobre todo, su vínculo con el idioma catalán, un aspecto fundamental en su vida y en la educación de sus hijos. Entre los temas que más interés despertaron estuvo la cuestión de si sus hijos, al criarse en Madrid, han aprendido a hablar en catalán.

El catalán en el hogar de Susanna Griso

"Siempre hemos hablado en catalán en casa, porque si no, estando en Madrid, hubiera sido imposible que lo aprendieran", afirmó tajante Griso. La periodista explicó que desde el nacimiento de sus hijos optó por mantener el catalán como lengua principal en el ámbito familiar, consciente de que la inmersión lingüística en Madrid podía dificultar su aprendizaje. Según relató, la experiencia no ha sido igual con todos sus hijos. Mientras que Jan y Mireia han adquirido el idioma sin dificultades, su hija Dorcette ha tenido un proceso más complejo. "Con Dorcette nos ha costado más, porque hasta los cinco años no se escolarizó, y los idiomas nuevos le cuestan", comentó. "Aunque le hablamos en catalán, ella muchas veces nos contesta en castellano y catalán, va mezclando".

La periodista también compartió que, en ocasiones, ha tenido que enfrentarse a preguntas o comentarios en entornos públicos sobre su decisión de hablarles en catalán a sus hijos. "Alguna vez en algún parque ha salido el tema de por qué les hablo en catalán, pero ha sido en contadas ocasiones", relató. Sin embargo, lejos de considerar esto un obstáculo, defiende que el aprendizaje del catalán les ha facilitado la adquisición de otras lenguas.

La percepción del catalán fuera de Cataluña

Uno de los puntos más interesantes de la conversación fue la reflexión de Susanna Griso sobre la percepción del catalán en el resto de España. "Desde fuera hay gente que ve el catalán con desprecio", afirmó, refiriéndose a la idea extendida de que aprender catalán es menos útil que aprender inglés o francés. Para la periodista, este argumento es un error. "Si quieres hacer un uso utilitario, el catalán te facilita que después hablen otras lenguas", aseguró.

Esta facilidad lingüística es, según la presentadora, una de las grandes ventajas del bilingüismo. Comparó la situación de sus hijos con la de muchos jóvenes en Madrid, quienes, al haber crecido en un entorno únicamente castellanohablante, tienen más dificultades para aprender otros idiomas. "Tienen una facilidad para los idiomas que gente en Madrid, que se ha criado en entornos únicamente castellanoparlantes, les cuesta mucho más", sentenció.

La reflexión de Griso conecta con una realidad lingüística que muchas familias bilingües en España experimentan. Hablar más de un idioma desde la infancia no solo permite mantener un vínculo con la cultura y las raíces familiares, sino que también mejora la capacidad de aprendizaje de otras lenguas en el futuro.

La presentadora también aprovechó la entrevista para compartir una anécdota que refleja el debate sobre la enseñanza de lenguas cooficiales en España. "El otro día hablaba con una mujer que me decía que cambiaba a su hijo de colegio en Valencia porque le obligaban a aprender valenciano. Esto es un error", opinó.

Su comentario pone de manifiesto la controversia que sigue existiendo en algunas comunidades autónomas respecto al aprendizaje de las lenguas cooficiales. Mientras que algunos ven en ello una oportunidad de enriquecimiento cultural y lingüístico, otros lo perciben como una imposición.

La postura de Griso es clara: aprender catalán o cualquier otra lengua cooficial no debería verse como un obstáculo, sino como una ventaja. La periodista cree firmemente en la importancia del bilingüismo y defiende que dominar más de un idioma desde la infancia es un beneficio a largo plazo. A pesar de llevar años viviendo en Madrid y de haberse consolidado como una de las caras más conocidas de la televisión nacional, Susanna Griso mantiene un fuerte vínculo con su identidad catalana. Su decisión de hablar en catalán en Col·lapse es una muestra de ello, al igual que su compromiso por transmitir el idioma a sus hijos. Para Griso, el catalán no es solo una lengua materna, sino también un elemento clave en su vida personal y familiar. Su defensa del bilingüismo refleja una visión en la que las lenguas no son una barrera, sino una herramienta de comunicación y enriquecimiento cultural.

Ahora conocemos una faceta más íntima de la periodista, alejada del plató de Espejo Público. Con su testimonio, Susanna Griso puso sobre la mesa un debate que sigue vigente en la sociedad española: la importancia de preservar las lenguas cooficiales y el valor del bilingüismo en un mundo cada vez más globalizado. Dudamos, eso sí, de que en la intimidad con Luis Enríquez hable catalán, como hacía Aznar con Jordi Pujol cuando necesitaba sus votos como Pedro Sánchez los de Puigdemont. Ya le preguntaremos a Susanna si Luis habla catalán en la intimidad.

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