Susanna Griso arrasó a Broncano: El Hormiguero destrozó a La Revuelta por goleada (le sacó 400.000 espectadores de media y casi 3 puntos de share). Parte de la culpa de este dato la tuvo Griso, que cambió este miércoles la mañana por la noche y Espejo Público por El Hormiguero y se ha sentado junto a Matías Prats (74) frente a Pablo Motos, Trancas y Barrancas para celebrar los 35 años de Antena 3. En una conversación distendida la tres estrellas de Antena 3 han repasado momentos clave de la cadena. Con más de 20 años frente a las cámaras, Susanna Griso es una de las figuras más respetadas de la televisión. Su presencia en El Hormiguero nos permitió conocer mejor el lado humano de una periodista que ha estado en la primera línea de la información y también entender de verdad las dinámicas de poder que marcan el mundo de la política y los medios. Griso dejó claro que detrás de las sonrisas y los gestos afables de los políticos, siempre hay un objetivo. Ella, lejos de dejarse seducir, dice que prefiere observar, analizar y mantener su independencia.

Si algo quedó claro durante la charla, es que Griso, de 55 años, además de dominar la actualidad, tiene una habilidad especial para desentrañar la relación entre los medios de comunicación y los políticos. Una relación compleja y a menudo cargada de sutilezas, que Susanna ha aprendido a interpretar desde la experiencia directa. Griso compartió anécdotas de sus encuentros con los líderes políticos más relevantes de las últimas décadas. "He comido con todos los presidentes del Gobierno. He ido varias veces a Moncloa", confesó. Sin embargo, fue Mariano Rajoy (69) quien parece haber marcado su récord personal: "Con quien más he comido fue con Rajoy, porque le pillé en el momento de repetición de elecciones, debía estar un poco aburrido. Nos llamaba, y hubo un día que hasta me tuve que ir porque tenía la profesora de pilates en casa".

La periodista barcelonesa relató esta escena entre risas, pero el trasfondo de su experiencia arroja luz sobre una faceta interesante del poder: la cercanía estratégica que algunos políticos buscan mantener con periodistas influyentes. Pablo Motos (59), siempre curioso, quiso saber si existían diferencias en el ambiente de las comidas según el presidente en cuestión. Aunque Griso no entró en comparaciones directas entre Rajoy y Pedro Sánchez, dejó claro algo fundamental: los políticos en corto son encantadores. "En la distancia corta son afables. Los políticos nunca te abroncan directamente, sino que intentan seducirte cuando te tienen cerca. Cuando estás más lejos, te llegan las quejas, pero en persona intentan atraerte".
Estas palabras reflejan una verdad conocida entre los profesionales de la información: el poder no confronta, sino que seduce. Es un juego constante de persuasión, donde las comidas, los encuentros informales y los gestos amables son solo herramientas para ganar influencia o, al menos, suavizar la narrativa que puede construirse en los medios.

Susanna Griso, no obstante, quiso subrayar que estas interacciones no afectan su independencia como periodista. "Las comidas no me condicionan, me dan contexto", afirmó con contundencia. Para ella, compartir mesa con los líderes del país no significa ceder terreno, sino ganar una perspectiva más directa del personaje detrás del cargo. En este sentido, Griso reivindicó la importancia de mantener la objetividad y no dejarse arrastrar por la cercanía, un equilibrio complejo en un oficio donde las relaciones personales pueden fácilmente entrelazarse con los intereses profesionales.
Más allá de las anécdotas, la charla en El Hormiguero permitió a Griso y Prats reflexionar sobre cómo ha cambiado el periodismo político a lo largo de los años. Ambos coincidieron en que el acceso a los políticos ha cambiado considerablemente. Antes, los encuentros personales eran más frecuentes, las entrevistas menos medidas y las respuestas más espontáneas. Hoy, con la hipercomunicación en redes sociales, los mensajes están más controlados que nunca. "El contexto ha cambiado y, con él, también la forma en la que los políticos se relacionan con nosotros", apuntó Griso. Sin embargo, su compromiso con una información rigurosa y contextualizada sigue siendo una constante.