Mike Tyson, una leyenda viva del boxeo, acaba de volver al cuadrilátero a sus 58 años para enfrentarse al mediático Jake Paul en un combate multimillonario organizado por Netflix. Sin embargo, su derrota y su actuación en el ring desató una ola de críticas debido a su rendimiento, muy lejos del temido "Iron Mike" que dominó la categoría de los pesos pesados en los años 80 y 90.
Tras la pelea, Tyson sorprendió a todos con una impactante confesión: apenas unos meses antes estuvo luchando por su vida. "Casi muero en junio", declaró. "Perdí la mitad de mi sangre debido a una úlcera, y tuve que recibir ocho transfusiones. Bajé 25 libras mientras estaba hospitalizado. Esto no fue solo una pelea en el ring, fue también un combate por mi vida".
This is one of those situations when you lost but still won. I'm grateful for last night. No regrets to get in ring one last time.
— Mike Tyson (@MikeTyson) November 16, 2024
I almost died in June. Had 8 blood transfusions. Lost half my blood and 25lbs in hospital and had to fight to get healthy to fight so I won.
To…
A pesar de su delicado estado de salud y las recomendaciones médicas de evitar el combate, Tyson decidió subirse al ring. Según el excampeón, lo hizo como un mensaje para sus hijos y para cualquiera que enfrente dificultades. "Lo más importante para mí era que mis hijos me vieran luchar, no solo contra un rival, sino contra todo lo que me ha pasado este año. Pude completar ocho asaltos con un boxeador que tiene la mitad de mi edad, frente a un estadio lleno en Dallas. Eso es algo que ningún hombre puede pedir, y estoy agradecido".
El enfrentamiento estaba originalmente programado para el 20 de julio, pero tuvo que ser aplazado debido a los problemas médicos de Tyson. A pesar de la derrota, "Iron Mike" asegura que no se arrepiente de haber participado. "Anoche no fue una pérdida para mí. Subir al ring fue mi victoria. Estoy agradecido por tener esta oportunidad, incluso después de todo lo que pasé". Con sus palabras, Tyson no solo explicó su bajo rendimiento, sino que dejó un mensaje de resiliencia. En su última pelea, más allá del resultado en las tarjetas, demostró que su espíritu luchador sigue siendo tan fuerte como siempre.
