Ana Rosa ofrece sus abogados a Toñi, la mujer de Benetússer que ha perdido a su marido y a su hija de 24 años en la DANA

Las víctimas afectadas por el devastador paso de la DANA en Valencia continúan alzando sus escobas para limpiar y su voz para relatar el infierno que viven desde el pasado martes. Una de ellas, Toñi, ha ofrecido este martes un desgarrador testimonio en TardeAR que ha dejado a todos con el corazón encogido y los ojos anegados en lágrimas: "He perdido a mi marido, con 61 años, y a mi hija de 24. Era enfermera, acababa de empezar a trabajar y tenía toda la vida por delante".

Destrozada, Toñi ha contado cómo la tromba de agua les pilló completamente desprevenidos: "Esto no ha sido una DANA, ha sido un tsunami. Aquí, las olas de agua llegaron a los tres metros", ha recordado. Su marido trató de tranquilizarla cuando la situación empeoró: "Me decía que si estuviéramos en peligro ya habrían avisado las autoridades. Él estaba tranquilo", desvela. Padre e hija bajaron al garaje para sacar los coches y allí se vieron atrapados por el agua mientras Toñi, aterrada, los oía gritar sin poder hacer nada: "No les dio tiempo".

Indignada, señala a los políticos y exige responsabilidades por lo que cree que ha sido una negligencia: "Lo que ha pasado no ha sido un accidente, ha sido fruto de la ineptitud de todos ellos y se podía haber evitado". Y añade: "Que no nos confundan, que no nos dividan". Toñi reclama despidos y dimisiones y critica duramente que la primera persona denunciada tras la tragedia haya sido la directora de la AEMET por homicidio imprudente: "¿Y los políticos?", pregunta.

Ana Rosa ha mostrado su completa solidaridad con esta valenciana: "Nadie mejor que tú para hacer una crónica del horror que estáis viviendo, de la irresponsabilidad de unos y otros. Todo aquel que tiene una responsabilidad tiene que dimitir, desde el primero hasta el último, por negligencia, por dejadez.... Que tengan la vergüenza de marcharse porque tienen mucho dolor a sus espaldas". La presentadora, emocionada, trataba de arroparla y le ha ofrecido la ayuda de sus abogados: "No tengo palabras para consolarte, palabras vacías, Toñi. ¿Tú quieres ir a Europa? ¿Quieres contarlo todo? Si quieres contar con los abogados de nuestra pequeña empresa están a tu disposición".

El infierno de Toñi

La vecina de Benetússer ha relatado cómo sucedieron los hechos: "Estábamos los tres en casa. Previamente habíamos pasado sobre las 17:00 por el Barranco del Pollo. Nunca llevaba agua. Yo lo vi con agua. Advertí a mi marido que no me gustaba nada. Él insistió, no te preocupes, esto nunca se ha desbordado. Si lo hiciera nos avisarían. No te apures. Pero mi hija a las 19:20 salió al bar y le entró una lengua de agua. Avisamos a mi familia, que pudimos salvar gracias a las llamadas", recuerda. "Porque mi sobrina ya bajaba a los niños a la academia, abajo de mi casa mi hermana venía del hospital y mi marido pensó 'los garajes se van a cubrir de agua es mejor que saquemos los coches'. Mi hija tiene otro coche, es enfermera, trabaja en La Fe, en la UCI, y salió tras su padre para salvar el coche y fue su trampa mortal pero lo supe tres días después".

Y es que ellos quedaron atrapados en el garaje y ella, sola en su casa: "Después pasé toda la noche sola, no pude bajar, bajé a buscarlos pero el agua ya llegaba a medio metro del patio. Llegó hasta los tres metros. He salido luego. En la radio oía al presidente de la Generalitat decir 'Tranquilos, está todo coordinado, controlado, si tienen alguna persona que falte, por favor, llamen a los teléfonos tal y cual'. No funcionó ninguno, ni desde la comunidad valenciana, ni desde fuera. Han pasado cuatro días para recibir ayuda, las únicas ayudas que hemos tenido han sido los vecinos, amigos, familiares".

Cuenta que sus amigos fueron los primeros en llegar a auxiliarles: "Localicé amigos en la comunidad valenciana y tras dos días fueron los primeros. Vinieron para ver si se podía hacer algo. Vecinos, conocidos, que conocen bomberos, fueron los primeros bomberos que trajeron. Pero hasta el tercer día no aparecieron los cadáveres de mi marido y mi hija. Yo tenía la esperanza de que hubieron podido salir, pero no lo lograron. Luego, tras las imágenes que he visto, no sé si lo hubieran conseguido, porque esto, lo que han hecho con nosotros, no tiene nombre. En Benetússer no llovió, pero venía un tsunami, un tsunami que nos ha barrido a todos, que nos ha barrido nuestras vidas, nuestras familias, sin ningún tipo de ayuda ni de apoyo. Salvo el de los amigos y vecinos, me repito".

Toñi es funcionaria, al igual que su marido. Ambos trabajaban en la Generalitat: "Que sepan ustedes que mi marido y yo somos funcionarios treinta y pico años trabajando dos para altos cargos y yo, en particular, trabajo directamente con Nuria Montes, la consejera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Hoy me ha llamado por teléfono, hoy, para decirme cómo estaba mi familia, que lo sentía mucho y que me daba su pésame". Continúa: "Ahora, tras una semana, cuando trabajamos en la misma planta y no sabía y nunca se ha dignado a llamarme y me duele tanto, me duele tanto... Porque me tuve que volver a pie desde el hospital y lo único que me dijo es 'Habérmelo dicho y te había mandado un coche oficial'. En eso gastan nuestros impuestos. Le he pedido a Nuria que si tiene dignidad, que deje su puesto de trabajo, que renuncie, que pida un perdón, que dimitan, porque el puesto les ha venido grande. Valencianos, que no nos confundan, que no nos dividan en colores. Han sido unos ineptos y no han estado a la altura".

"Nos están toreando a todos, y por favor, valencianos, me dirijo a todo el pueblo valenciano, que no nos confundan en colores ni en culpas, aquí son todos culpables, y ninguno ha dado la cara ni ha asumido responsabilidad, por favor, asumid responsabilidad. Lo tengo todo perdido, todo en mi vida, pero voy a luchar y lo que haga falta. Buscaré responsables, buscaré responsabilidad criminal, penal... No sé de qué tipo, pero voy a luchar por mi marido y por mi hija". Toñi ha recordado así a su familia: "Mi marido que lo ha dado todo y ha trabajado, que al fin y al cabo trabajamos para servir al pueblo. Y mi hija, enfermera, en toda la flor de su vida, con 24 años, que estaba trabajando en la UCI, en la FED, y que su vida haya quedado partida de esta manera, es inhumano. Cuando si se hubieran alertado las cosas, aquí nos salvamos todos, no hubiera habido víctimas, porque hubo media hora, hubiera dado tiempo a ponerse a salvo". Y finaliza: "Vamos a depurar responsabilidades. Si hay que ir a Europa, iré a Europa y donde haga falta. Pero mi hija y mi marido no merecen haber muerto de esta manera".

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