La imagen que Ana Rosa Quintana muestra en directo desde Alfafar es desoladora. Desde el lugar de los hechos, entre Sedaví y Alfafar, la periodista se enfrenta a una realidad desgarradora: el desastre no da tregua. La situación, ya caótica, se agrava mientras la lluvia vuelve a azotar una región que sigue hundida en el barro y la desesperación. "Esto es el auténtico infierno", declara Quintana. Mientras, detrás de ella, se aprecia el agua que una vez más inunda túneles y calles, reviviendo un trauma que apenas ha dado respiro a sus habitantes.
"Lo que faltaba era que, después de lo que han sufrido, vuelva a llover", continúa Ana Rosa, quien no oculta su frustración. Con la voz rota, destaca el drama humano que se vive en cada rincón de Alfafar y en los pueblos cercanos. "La gente está harta, se sienten solos, nos piden ayuda y cuentan que han sido abandonados. Necesitan más fuerzas, necesitan más gente", insiste, describiendo cómo los vecinos, armados solo con palas y cubos, intentan limpiar y reconstruir sin descanso.
La cobertura es interrumpida por truenos y rayos que iluminan el cielo. Ana Rosa mira a su alrededor, comprobando la llegada de un coche patrulla en una calle que de otro modo parecería desierta. "Esto es Walking Dead", afirma, expresando el desolador ambiente que la rodea. En medio del temporal, los habitantes siguen esperando la llegada de ayuda oficial, mientras los voluntarios y vecinos se esfuerzan al límite para salvar lo que queda.
A pesar de la presencia de algunos efectivos de emergencia, muchas zonas continúan incomunicadas y sin recibir la asistencia necesaria. "Se necesitan ingenieros, maquinaria pesada, especialistas… La gente está dejándose la vida con una pala, pero no pueden avanzar así", denuncia Ana Rosa. Mientras, la lluvia sigue cayendo sobre ella y su equipo, que ha estado documentando las escenas de desesperación y agotamiento de los afectados.
La emisión culmina con un llamado de atención. "Que se resguarden", pide su equipo desde el estudio, pero Ana Rosa permanece firme, entregada a la narración de una crisis que todavía no ha visto un final. "Gracias a todos por abrirnos el programa", se despide, prometiendo regresar al día siguiente para continuar cubriendo la tragedia de Alfafar.
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