Carolina Marín recibe el Premio Princesa de Asturias tras su difícil temporada personal desde la ruptura con el atleta Gen Esteban San Millán

Carolina Marín ha sido uno de los rostros más conocidos en la historia del bádminton mundial, llevando a un nuevo nivel el juego español en esta disciplina. Su tenacidad y capacidad para afrontar los grandes retos, tanto dentro como fuera de la pista, han sido una de las cosas por las que más ha destacado y que la han llevado a recibir este viernes el Premio Princesa de Asturias del Deporte. Sin embargo, su lado más personal no atraviesa su mejor momento.

El pasado mes de agosto tuvo que renunciar a su pasión por el deporte y no pudo competir en los juegos de París 2024 por una lesión, pero esto no la ha desmotivado y ha retomado sus entrenamientos con más energías que nunca para sobrellevar la situación y tener en el futuro nuevas oportunidades gracias a su talento y disciplina.

Carolina Marín es una de las deportistas más destacadas en la historia del bádminton mundial y un orgullo para España. Nació el 15 de junio de 1993 en Huelva, Andalucía, y desde joven mostró un talento innato para el deporte. Empezó a practicar bádminton a los ocho años y, con el apoyo de su familia y entrenadores, se convirtió en la mejor jugadora de bádminton de su país.

Ha sido esta actitud la que la ha llevado a conseguir un palmarés impresionante. Ha sido tres veces campeona del mundo (2014, 2015 y 2018) y campeona olímpica en los Juegos de Río 2016, un hito histórico, ya que fue la primera jugadora no asiática en obtener este título. También ha ganado múltiples títulos europeos y se ha consolidado como la número uno del ranking mundial en varias ocasiones.

Carolina Marín se caracteriza por su determinación, fortaleza mental y un estilo de juego agresivo, que la han llevado a vencer a las mejores jugadoras del mundo. Además, ha superado importantes lesiones, como la rotura de ligamento en 2019, demostrando su capacidad de resiliencia. Fuera de la cancha, Marín es una figura muy querida en España y un referente de esfuerzo y superación para jóvenes deportistas.

Además de ser una de las mejores jugadoras de bádminton del mundo, tiene un lado personal que refleja su carácter y espíritu luchador. Puede que en estos instantes esté pasando por uno de los momentos más complicados de su vida sentimental. La deportista ha roto recientemente con el que era su pareja, el atleta Gen Esteban San Millán. Su relación se ha mantenido siempre apartada de los focos, pero ya el pasado mayo daba algunas pistas sobre la situación. Fue en la entonces Resistencia de Broncano donde indicaba que las cosas no andaban bien. Finalmente ha borrado las fotografías de sus redes junto al atleta.

Sin embargo, el deporte no era lo único que compartían la pareja. Juntos habían adoptado un perro abandonado, pero la historia terminó mal con la muerte del animal a los pocos meses.

Esta ruptura es un golpe personal que se suma a la pérdida de su padre en el año 2020. Este trágico revés ha reforzado el vínculo que tenía con su madre Toñi, quien se ha convertido en su mayor apoyo y que este viernes la acompañará en la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias.