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Àngel Llàcer se derrumba y cuenta las secuelas de su dura enfermedad: "Pensé que moría y me despedí de mis padres"

Àngel Llàcer continúa con su recuperación tras pasar varios meses hospitalizado por una bacteria que contrajo en un viaje a Vietnam. El cómico reconoce que estuvo al borde de la muerte e, incluso, llegó a "despedirse" de sus padres y demás seres queridos.

"Para mí, estar aquí significa mucho. Son lágrimas de felicidad y emoción", dijo Àngel Llàcer cuando apareció este lunes en el plató de Y ahora Sonsoles. "Nadie como vosotros insistió en saber cómo estaba. Pensaba que el día que pudiera venir, querría decir que estoy bien, pero no estoy bien", comentó. "Cojeo mucho y tengo la pierna muy mal, pero he superado la parte más dura".

Llàcer ha tenido que enfrentarse a varias operaciones realmente graves hasta que ha podido superar los problemas médicos que le podrían haber costado la vida. "Lo he pasado muy mal, pero lo pasado, pisado. Pero cada vez que lo recuerdas...", relató. "Yo me tuve que despedir de mi familia y las personas que yo quería. Fueron cuatro operaciones y veía a todo el mundo con cara de preocupación. Me dijeron que podía perder una pierna, no salir de la operación o salir bien. Y decidí decir adiós, porque no quería irme sin despedirme de mis padres", explicó en el programa de Sonsoles Ónega. "Intenté convencerles de que me moría pero que me iba con 50 años y había vivido mucho, la vida que he querido y feliz".

El humorista llegó a ir más allá y estuvo convencido de que su final había llegado. "Tuve la premonición de que me iba a morir", recordó sobre lo que pensó antes de una de sus operaciones más complicadas para eliminar la infección de una bacteria que se había instalado en el gemelo de su pierna derecha. Sobre el origen del problema, "creo que fueron unas anchoas que comí o unos caracoles, porque me pasé tres días vomitando en Vietnam".

Las secuelas en el cuerpo de Llàcer todavía son evidentes. "Me cuesta subir escaleras, no puedo correr, no puedo saltar... Pero me siento muy feliz porque he aprendido a convivir con la muerte", explicó. Además, "me he dado cuenta que la gente me quiere mucho y yo pensaba que no".

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