Cada programa de Pesadilla en la cocina es una apuesta segura de momentos de tensión y situaciones límite. Con cada visita a un nuevo local se pueden apreciar momentos en los que parece que tanto jefe como empleados van a llegar a una confrontación física, pero lo cierto es que en pocas ocasiones pasa.
Este martes 17 de septiembre ha sido diferente. Durante su visita a La Terracita, un gastrobar con parque de bolas incorporado, Alberto Chicote ha tenido que intervenir en una discusión entre Jorge, el dueño del establecimiento, y Maite, su cocinera, cuando estos se enzarzaban en una pelea física.
El malestar por parte de Jorge se podía notar desde la presentación del local, momento en el que este le indicaba al chef que "el problema es que no vengo del mundo de la hostelería. Tengo unos empleados que tienen más pelotas que el parque de bolas. Se les va y cuando viene mucha gente van como pollo sin cabeza", zanjó.
La situación fue creciendo poco a poco y todo se desató con la arriesgada decisión de Chicote de poner al jefe como ayudante de cocina de Maite, donde queda claro que no tienen comunicación cuando están entre fogones. "Viene a echar una mano, pero lo único que hace es atrasar la faena", protestó la cocinera a la vez que unos clientes devolvían su plato de comida porque había un pelo dentro. La situación terminó por sobrepasar a Jorge y comenzó el intercambio de gritos con Maite. No tardaron en llegar a las manos, momento en el que Chicote se vió obligado a intervenir metiéndose entre ambos: "¡Esto no, eh!", dijo enfadado.
La tensión no terminó ahí, ya que Maite se justificó: "Me está faltando el respeto". El dueño no aguantó más y desistió: "Que la aguante quien la tenga que aguantar porque yo aquí ya no puedo estar". Chicote tardó, pero consiguió calmar las aguas y proseguir con el lavado de cara del local.
Tras completar la reforma de este local "al borde del abismo" y dar indicaciones de la estructura que debían, seguir el lugar adquirió otro color. Una nueva imagen que se puede apreciar en su cuenta de Instagram.
La Terracita sigue abierta de martes a domingo, pero, tal y como se puede ver en las reseñas de Google, la visita de Pesadilla en la cocina no parece haber hecho mucho efecto.
