Iker Jiménez dedicó este domingo el final de Cuarto Milenio (Cuatro) a criticar la tendencia de denostar el concepto de meritocracia entre los jóvenes. El presentador lo hizo recordando un capítulo de su juventud, cuando era estudiante de periodismo y debatía con otros compañeros sobre un contrato de "mil millones de las antiguas pesetas" que consiguió Luis del Olmo, el periodista mejor pagado de la época.
"Si en una profesión, sea cual sea, alguien rompe ese techo de cristal y le pagan mucho más, ¿cómo va a ser malo para el gremio? Significa que uno tiene la posibilidad o el anhelo de estar en esas coordenadas", explicó el presentador, que recordó que la mayoría de su entorno consideraba desproporcionado lo que había conseguido ganar Del Olmo en aquel momento.
"Ahora nos están queriendo convencer, sobre todo a la gente embrionaria que va a ser una profesional, de que la meritocracia no vale, es decir, que quien ha hecho dinero es porque su padre y su empresa tenía dinero o chanchullos o robaba", apuntó el presentador. ''Lo peor es que muchos jóvenes, que lo están pasando mal porque la circunstancia no es buena, lo asumen".
En ese punto, Iker Jiménez quiso hablar de su propia experiencia. "Puede que sirva o que no sirva, yo no parto de ninguna familia que tenga medios como para tener ninguna fortuna y lo único que he hecho es trabajar en lo que me gustaba, que creo que es la clave'', explicó. "Siempre he tenido el entusiasmo de hacer lo que quería hacer y de no importarme el dinero, aunque la gente no me cree. Y muchos parece que quieren desincentivar a nuestra juventud y hacerles no creer en el esfuerzo, en el trabajo. Y os diré una cosa: siempre hay alguien que se da cuenta de tu esfuerzo''.
"Parece que el progreso es creer que la meritocracia es una basura", criticó el comunicador, que hizo un alegato a favor del trabajo de aquellos que luchan por un sueño y un objetivo. "Hay mucha gente que tiene una esperanza, se va a dejar la piel en algo y no podemos contaminarles diciendo que todo el pescado está vendido", insistió. "Esa es la mayor mentira que os van a contar. A mí me dijeron que me iba a morir de hambre. Si te meten eso en la cabeza y te lo crees...", continuó. "Estoy hasta el gorro que digan todo el día que la meritocracia no vale. ¿Por qué lo dicen? Seguramente, porque hay algún interés oculto en inmovilizar los sueños de la juventud, que son el futuro. Yo creo en la juventud, en el futuro y en el esfuerzo y la ilusión".
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