Un tema de lo más inocente, como el postureo en las redes sociales, encendió la chispa de la discusión más enérgica que se ha vivido en TardeAR desde que el programa se estrenó hace un mes en Telecinco. La protagonizaron Lolita y Beatriz Archidona, copresentadora del magacín, y hasta Ana Rosa Quintana tuvo que intervenir para poner orden.
Todo comenzó al hablar del uso de las redes sociales, donde los usuarios comparten su día a día y también las imágenes de los eventos a los que acuden. Así, es muy habitual que los espectadores de un concierto graben vídeo para luego subirlos a Internet en vez de disfrutar de la música en vivo. En la mesa de TardeAR había quien defendía la libertad de cada uno para colgar lo que le apeteciera, mientras que otros creían que no tenía sentido que alguien centrase todos sus esfuerzos en captar imágenes con el único objetivo de que los vean sus seguidores.
Beatriz Archidona 'disparó contra "esos artistas que dicen: 'Oye, no me grabéis", porque a su juicio "hay muchos cantantes "que se hacen famosos porque alguien los graba, y a través de las redes sociales nos lo pasamos. El artista no puede pedir que no grabemos".
El comentario hizo saltar de la silla a Lolita. "¿Cómo que no? ¡Eh! ¡Perdóname, pero ahí me has tocado mi trabajo!", soltó la actriz. "Lolita, hay artistas que se han hecho famosos gracias las redes sociales", insistió Archidona, pero su compañera de tertulia no estaba dispuesta a quedarse callada. "Que un artista grabe su canción, como hizo Pablo Alborán, y lo suba él a Youtube y se dé a conocer es muy diferente a que tú vayas a a un artista y sin pedirle permiso le tengas que grabar", dijo Lolita, mezclando un asunto que nada tenía que ver, porque no estaban hablando de grabar a famosos por la calle, sino en sus conciertos.
Así se lo hizo saber Archidona. "No es lo mismo. Una cosa es que estés tomando un café con tu amiga y te graben y otra muy distinta, que estés en un concierto y que tu público te grabe. ¿Qué tiene de malo eso?", preguntó. "¿Pero por qué? ¿Quién te dice a ti que a mí me gusta que me graben cuando estoy cantando?", repitió Lolita, que llegó a levantarse de la silla en una agria bronca que recordaba a las que hace unos meses se vivían en ese mismo plató, cuando desde ahí se realizaba Sálvame.
Archidona lo dimposible. "Cuando compremos las entradas nos tendrán que poner una autorización de si me graban o no me graban, como en los colegios", zanjó antes de que Ana Rosa tuviese que intervenir para cortar la pelea y dar paso a publicidad.