El misterio sobre lo ocurrido en el restaurante El Ventorro el 29 de octubre de 2024, mientras parte de la provincia de Valencia se hundía bajo la mayor DANA registrada en su historia, seguirá sin despejarse. La Fiscalía Provincial de Valencia ha rechazado citar como testigo a Maribel Vilaplana, periodista y expresentadora de Canal 9, que aquella tarde almorzó durante una larga comida con el president de la Generalitat, Carlos Mazón. La decisión avala a la jueza de Catarroja que instruye la causa, Nuria Ruiz Tobarra, quien ya en mayo denegó la testifical.
La magistrada justificó que llamar a declarar a Vilaplana supondría desplazar la investigación hacia el propio Mazón. Al ser aforado, cualquier imputación sobre el jefe del Consell solo podría abordarse desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Ruiz Tobarra llegó a ofrecerle en marzo la posibilidad de comparecer voluntariamente como investigado, opción que Mazón rechazó.
Según la investigación, el president compartió mesa con Vilaplana entre las 15.00 y las 17.45 horas, tras asistir a un acto con empresarios en el Palau de la Generalitat. Durante ese encuentro, Mazón le habría ofrecido la dirección de la televisión pública À Punt. Fuentes cercanas a la periodista sostienen que en ningún momento el president transmitió que se estuviera produciendo una catástrofe.
No fue hasta las 20.28 cuando Mazón apareció en el Cecopi, el centro de emergencias encargado de coordinar la crisis, casi veinte minutos después de que se enviara la alerta masiva a los móviles a las 20.11. Ese retraso en la notificación se investiga como elemento clave, pues, según la instructora, un aviso más temprano podría haber evitado numerosas muertes.
Mientras tanto, la jueza ha expulsado de la acusación a una de las víctimas, por alinearse con los intereses de Emilio Argüeso, exdirector general de Emergencias imputado en la causa. Ruiz Tobarra considera que la damnificada incurrió en "fraude procesal" al participar en una campaña de descrédito contra la investigación.
La gestión política y judicial de la DANA, que dejó 228 fallecidos, sigue rodeada de interrogantes. Uno de ellos, la comida de Mazón con Vilaplana, permanecerá por ahora sin respuesta en sede judicial. Al menos mientras Mazón sea aforado.