Los cinco hijos de Antonio García y Ana María Obregón —Javier, Juancho, Ana, Amalia y Celia— se turnan, desde la muerte de sus padres, para disfrutar de la casa levantada por Antonio García y su inmobiliaria JOTSA. Esta propiedad fue construida por el empresario en la zona norte de Mallorca, concretamente en Costa de los Pinos. El Manantial ha sido, durante años, el escenario donde Ana Obregón ha protagonizado su legendario posado veraniego en bikini, saltando entre las olas como una sirena en vertical. Allí vivió la actriz y presentadora los veranos de la infancia de su hijo Aless, y también el último que pudo compartir con él en 2019, antes de su fallecimiento en mayo de 2020
El Manantial es la joya de la corona de la herencia de los Obregón. Una residencia de 6.000 metros cuadrados de parcela y mil construidos, con acceso privado a la playa, que los herederos han puesto a la venta por 35 millones de euros, situándola entre las propiedades más caras del mercado inmobiliario. La agencia de lujo que la comercializa la presenta con esta descripción:
"Ubicada en la prestigiosa Costa de los Pinos, en Son Servera, en la isla de Mallorca, esta propiedad destaca por su lujo, elegancia y comodidad, integrándose a la perfección en el entorno natural mediterráneo. Sobre una parcela de 6.012 m² y con 123 metros lineales frente al mar, se encuentra esta residencia de una sola planta con una superficie construida de 993 m². Es un ejemplo sublime del diseño mediterráneo, que ofrece impresionantes vistas al mar.
Al acceder a la propiedad, los visitantes son recibidos por un jardín meticulosamente diseñado, que incluye una exquisita fuente de mármol y una escultura de un reconocido artista. Este espacio está rodeado de árboles frutales y un sereno estanque de carpas, proporcionando un ambiente de paz y sofisticación.
Además, cuenta con espacio suficiente para el aterrizaje de un helicóptero y una pista de pádel. En la entrada hay un garaje cubierto con capacidad para tres vehículos y otro espacio de aparcamiento con porche. También dispone de una casa de guardeses, con salón, cocina, dos dormitorios y un baño, ideal para albergar invitados manteniendo su intimidad respecto a la casa principal.
Ágatha Ruiz de la Prada entre los vecinos
La terraza y los pasos solados, con una superficie de 1.100 m², son uno de los puntos más destacados de la propiedad, ya que ofrecen vistas panorámicas al mar Mediterráneo. Este espacio exterior, que incluye piscina y un comedor con una mesa de mármol para doce comensales, es ideal para el entretenimiento y la relajación, y para disfrutar del entorno marítimo. Desde la terraza hay dos accesos directos: uno a la playa y otro a un solárium a nivel del mar.
Al entrar en la vivienda, se distinguen tres zonas principales:
• Zona de día: con un amplio salón-comedor integrado con la terraza.
• Zona de noche: a la que se accede por una galería, garantizando independencia y privacidad. Dispone de siete dormitorios con baño en suite y un aseo de cortesía.
• Zona de servicio: donde se encuentran la cocina, cuarto de plancha/lavandería, despensa y un dormitorio con baño para el servicio.
Como dato adicional, la propiedad cuenta con un pozo de uso privativo con agua potable y un puesto de atraque en el embarcadero de la urbanización, situado a tan solo 150 metros de la vivienda (con concesión administrativa). La combinación de todas estas características hace de esta residencia una joya incomparable para disfrutar en familia o con amigos, con un balcón privado con vistas al Mediterráneo". Sin embargo, los Obregón podrían verse obligados a rebajar el precio de venta. Según fuentes del entorno —donde también se ubica la casa de Ágatha Ruiz de la Prada— apenas se han recibido visitas de posibles compradores ni ofertas de interés.