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Linda Yaccarino, amiga de Ivanka Trump y CEO de X, deja a Elon Musk tras dos años de tensiones

Linda Yaccarino, hasta ahora directora ejecutiva de X (la antigua Twitter), anunció su renuncia esta semana tras casi dos años al frente de la plataforma. La salida marca el fin de un periodo turbulento en el que intentó reconciliar a los anunciantes con la antigua Twitter, una red social marcada por la polémica y los cambios imprevisibles de su propietario, Elon Musk.

"Antes de X, Linda estaba en el Monte Rushmore de la publicidad", ha declarado a FT Lou Paskalis, director de AJL Advisory. "No necesita trabajar, pero quiere salir con estilo. Y eso es lo que hará ahora".

La decisión de Yaccarino llega apenas tres semanas después de haber asegurado públicamente que "nada había cambiado" tras la fusión de X con xAI, la empresa de inteligencia artificial de Musk. En una entrevista con el Financial Times en el festival publicitario de Cannes, Yaccarino insistió en que seguía al frente de X y que su jefe era el mismo. Hoy, ninguna de esas afirmaciones se sostiene.

"X está entrando en una nueva etapa", dijo Yaccarino al comunicar su salida, en un mensaje en el que dejó entrever las dificultades internas que enfrentaba desde la absorción de X por parte de xAI, operación que Musk concretó en marzo por 45.000 millones de dólares.

La realidad es que Yaccarino fue colocada en una situación imposible desde el principio. Le encomendaron la tarea de recuperar los ingresos publicitarios de una plataforma cuyos anunciantes habían huido tras la compra de Twitter por Musk en 2022, cuando el empresario desató una ola de cambios radicales en la moderación de contenido y llegó a decir públicamente a las marcas que no invertían en la plataforma: "Váyanse al demonio", proclamó el hombre más rico del planeta.

El estilo frontal y agresivo de Musk nunca encajó con el perfil de Yaccarino, una veterana de Madison Avenue, acostumbrada al trato diplomático con las grandes marcas. "Linda no logró entender el ritmo de Elon", explica una persona que trabajó con ambos.

Aun así, logró avances significativos en el negocio publicitario: consiguió que marcas como Temu, Amazon, Apple y Verizon volvieran a invertir en X. Pero esos triunfos no fueron suficientes para sostener su relación con Musk y se fue deteriorando. Según Brian Wieser, analista de la firma Madison & Wall, "después de la compra de X por xAI, Linda tuvo que preguntarse por qué seguía allí".

La falta de autonomía fue una constante en su gestión. Musk, famoso por su estilo hiperactivo y controlador, continuaba haciendo lo que le daba la gana unilateralmente, incluso en áreas que se suponía estaban bajo la dirección de Yaccarino. "Elon toma todas las decisiones", dijo un ejecutivo publicitario que conoce a ambos. "Ella intentó montar al tigre, pero el tigre la lanzó al suelo".

Conocida como el 'Martillo de Terciopelo' por su estilo persuasivo pero firme, Yaccarino llegó a X en 2023 tras liderar el área publicitaria de NBCUniversal. Tenía el objetivo de atraer de nuevo a los anunciantes preocupados por la gestión caótica de Musk y la proliferación de contenido tóxico.

Además de reactivar el negocio publicitario, impulsó nuevas funcionalidades de vídeo, cerró acuerdos con creadores de contenido y ligas deportivas, y promovió el desarrollo de X Money, un sistema de pagos digitales previsto para finales de este año.

Sin embargo, detrás de la lealtad en público hacia Musk, existían tensiones graves. Musk sospechaba que Yaccarino maquillaba la realidad respecto al estado de las relaciones con los anunciantes y exigía resultados inmediatos. "No le gustaba su estilo de ejecutiva reluciente de Madison Avenue", comenta una fuente: "Elon quiere conversaciones directas, sin rodeos".

La situación se agravó a principios de 2024 tras el fallido acuerdo con el ex presentador de CNN Don Lemon. Lemon firmó un contrato para producir contenido exclusivo en X, pero en su primera entrevista con Musk le preguntó sobre su supuesto consumo de drogas. Musk, furioso, canceló el acuerdo. Ahora Lemon demanda a Musk y a X por incumplimiento de contrato.

Las presiones pasaron factura. Compañeros de trabajo describen a Yaccarino como "agotada" y aseguran que en ocasiones se mostró llorosa en la oficina. Otros destacan su fortaleza: "Duró dos años en un trabajo que habría destrozado a cualquiera en dos semanas", comentó un excolega.

Yaccarino también se enfrentó al nuevo director financiero de X, Mahmoud Reza Banki, quien reporta directamente a Musk y bloqueaba algunas de sus decisiones estratégicas, como destinar fondos a creadores o mejorar la tecnología publicitaria.

La relación entre ambos se volvió tensa, al tiempo que Musk reforzaba su control directo sobre la empresa. En las últimas semanas, Musk prohibió los hashtags en anuncios y cambió el modelo de cobro para los anunciantes, sin consultar con su CEO. La desautorizó sin contemplaciones.

Además, Yaccarino estaba preocupada por la falta de enfoque de Musk en cuestiones de seguridad infantil, tema que para ella era prioritario.

Su salida coincide con un escándalo paralelo: el chatbot Grok de xAI, que generó comentarios antisemitas el mismo día que se anunció su renuncia, aunque desde X aseguran que ambos hechos no están relacionados. Por ahora, se desconoce cuál será el próximo paso de Yaccarino.

Republicana y amiga de Ivanka Trump: ¿próximo destino?

Cercana al Partido Republicano y con vínculos personales con Ivanka Trump y miembros de la administración Trump, algunos creen que podría buscar un cargo público o un rol como defensora de la libertad de expresión, algo que ya venía promoviendo al portar un collar con la inscripción Free Speech.

Una pista más: Mike Benz, exfuncionario de Trump y actual director de un grupo de vigilancia de la libertad de expresión, ha elogiado a Yaccarino en X: "Se mantuvo firme frente a una presión casi imposible de soportar", escribió. Yaccarino compartió el mensaje.

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