Bajo el sol resplandeciente de la Costa del Sol y envuelta en una mezcla de discreción y curiosidad mediática, la nueva residencia de Antonio Banderas comienza a tomar forma. Enclavada en la urbanización de Los Monteros, la propiedad —visible ya desde el puente de madera que la rodea— está llamada a convertirse en un nuevo capítulo en la vida del actor malagueño. El nombre que ha elegido para bautizarla, 'Mi Calle', ya figura grabado en uno de los muros exteriores, como se puede ver desde fuera, sustituyendo a la histórica inscripción de 'Mi Gaviota', que lo acompañó desde los años noventa.
La construcción avanza a buen ritmo. Ya se han levantado los pilares de dos alturas de lo que será una mansión de tres plantas y unos 500 metros cuadrados a pie de playa, construida con materiales andaluces, como los ladrillos cerámicos de la reconocida empresa Suspiro del Moro. La ejecución de la obra está a cargo de la constructora La Cuveña, mientras que no son pocos los visitantes curiosos que se acercan para observar el progreso. Algunos han dejado incluso su particular marca: un grafiti con la frase "Guess Who's Back", acompañado del dibujo del Pájaro Loco, decora discretamente uno de los muros en obras.
La nueva vivienda sigue el estilo arquitectónico que predomina en la actual Marbella: líneas limpias, estancias abiertas, grandes ventanales con vistas al mar y un diseño minimalista. Todo recuerda, en cierta medida, al apartamento londinense que Banderas ha habitado en los últimos años. En esta ocasión, el actor parece haber apostado por una estética sobria, contemporánea, y en sintonía con el entorno natural.
En su última aparición pública, durante la gala benéfica de la Fundación Sierra Blanca, Banderas respondió con ironía cuando fue interrogado por esta periodista sobre el estado de las obras: "¡Pero, mi vida! Ya te he contestado tres veces: no he ido a ver la casa, ¿para qué? ¡Si solo hay pegotes de cemento!". La decoración de la mansión está en manos delinteriorista Pedro Peña, amigo del actor y colaborador habitual en sus propiedades. "Decoramos el ático de Málaga con objetos muy personales. Esta vez, aún falta definir el estilo, porque todo debe hablarse con Antonio", explicó al diario ABC. Todo indica que el resultado final combinará la elegancia moderna con elementos andaluces de fuerte carácter.
La presencia de Banderas en Marbella será intermitente. El actor pasará el verano entre Estados Unidos y Londres, y ha confirmado que su novia, Nicole Kimpel, permanecerá en la ciudad durante su ausencia. "Tendréis a Nicole representándome, que estará por aquí", bromeó. Mientras algunos especulan con que 'Mi Calle' será el nuevo refugio personal del actor junto a Kimpel, otros apuestan por una operación inmobiliaria a gran escala. No sería la primera vez: el apartamento que compartía con Melanie Griffith en Manhattan fue vendido por 7,9 millones de dólares. No falta quien sugiere que esta casa podría convertirse en el mejor regalo de boda para su hija Stella del Carmen, aunque por ahora solo el tiempo despejará esa incógnita.
La situación legal de la vivienda de Antonio Banderas sigue en el aire
La situación legal de la vivienda de Antonio Banderas no está clara. Hay en esa zona 16.500 casas que permanecen en un limbo jurídico tras la anulación de su legalización por el Tribunal Supremo. La vivienda, ubicada en la urbanización Los Monteros, fue construida en 1995 con una licencia que posteriormente fue anulada por la ley de costas y problemas con el plan urbanístico. "Compré la casa a un tercero con todos los papeles en regla y si me engañó el Ayuntamiento yo no tengo ninguna culpa", confesaba el actor malagueño en aquel momento. La casa, que perteneció a la locutora Encarna Sánchez, fallecida en 1996, recibió del entonces alcalde de Marbella, Jesús Gil, los terrenos por apoyarle en las elecciones de 1991 y 1995. Antonio Banderas compró después la mansión a la heredera de la almeriense pero no pudo evitar la orden de demolición, y la casa fue derribada hace unos meses.
Según publica Abc, el terreno donde se está levantando la nueva vivienda de Antonio Banderas está destinado a una instalación de saneamiento de dominio público. Por tanto, aunque el Ayuntamiento está concediendo licencias, estas nunca podrían estar por encima de una orden judicial que revocó en su día el PGOU de 2010, reinstaurando la validez del de 1986, que establece claramente que en ese terreno solo puede construirse la desaladora municipal.