Confusión y sorpresa este martes en el plató de Sonsoles Ónega cuando una de sus tertulianas, Ana Obregón, comentaba las sorprendentes declaraciones de Mar Flores sobre su pasado amoroso. Preguntada sobre las imágenes de la modelo con Alessandro Lequio (que ocuparon la portada de la revista Interviú y dieron la vuelta al mundo), la actriz ha aclarado que ella no estaba con el conde italiano en aquel momento: "A mí no me quitó a Alessandro porque cuando salieron aquellas imágenes de ellos, hacía tiempo que yo no estaba con el padre de mi hijo. Mar estaba con Fernando Fernández Tapias, que yo le adoraba porque era muy amigo de mis padres". En ese momento, la abogada Teresa Bueyes (que también colabora en el formato) ha pedido a Ana que guardara silencio: "Me está diciendo que me calle".
Obregón no daba crédito y Sonsoles tampoco: "¿Pero qué pasa, Teresa, por qué no puede hablar?", preguntaba. Bueyes, que es la abogada de Ana, intervenía para dar explicaciones: "No puede hablar de todo eso porque reaviva lo que pasó, el enfado de Cayetano con Mar y todo eso no se puede hablar". La actriz se defendía: "¿Pero qué tiene que ver Cayetano conmigo? Me han preguntado si Alessandro salía con Mar y Mar salía con Fernando, todos juntos al tiempo, pues que se lo pasen bien, ¿qué quieres que te diga?".
La presentadora se plantaba ante el secretismo de la letrada: "Tengo que cortar la emisión del programa. Tengo que interrumpir. A ver Teresa, ¿qué puede contar Ana en presencia de su abogada?", preguntaba. "Lo que está hablando, ella es muy lista y ya sabe lo que tiene que contar", respondía Teresa. Ana zanjaba el tema: "Yo no he robado el marido a nadie en mi vida y creo que Mar tampoco".
Pero el chascarrillo le ha salido mal a Obregón, porque sus compañeros no han tardado en recordarle su historia con los Beckham. Era el año 2005 y Ana Obregón se instaló en el hotel Santo Mauro mientras reformaba su casa. Allí coincidió con la estrella merengue del momento, David Beckham, y se lio parda: "Nos conocimos en el gimnasio, él empezó a mensajearme y Victoria se puso celosa", ha contado 'La Fantástica'. La actriz asegura que no pasó nada entre ellos (más que un coqueteo virtual) pero sí admite que tampoco le hubiera importado: "La primera vez que le vi fue en las escaleras, nos cruzamos y yo casi me caigo redonda", ha confesado a Sonsoles Ónega. "Claro que le ponía ojitos, ¿pero no os acordáis de él? ¡Cómo no voy a ponerle ojitos! Era guapísimo y olía muy bien", ha confesado.
Sin embargo, la tontería entre ellos duró poco, concretamente lo que tardó Victoria en enterarse de que su marido ligaba con una española a la que bautizó como "Barbie geriátrica". La Spice Pija, decidida a marcar territorio, fue a buscar a Obregón: "Yo estaba haciendo estiramientos de piernas en el suelo y no llevaba gafas así que no veía un pimiento, pero de fondo se acercaba una figura pequeña acompañada de dos hombres muy grandes. Y era Victoria", ha recordado Ana. "Me cogió del tirante de la camiseta y me dijo 'Stop'. Me sorprendió porque creía que quería saludarme". Y ha continuado: "Se enfadó. Me dijo algo así como que dejara a su marido en paz y que yo solo quería hacerme famosa. Y le dije 'Nada, todo tuyo".
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