La ruptura sentimental de la cantante Nuria Fergó y el piloto portugués Juan Pablo Lauro ha sido una de las sorpresas de estos días en tanto en cuanto no se conocía ni que tan siquiera estuvieran en crisis. De momento, ni Nuria ni Juan Pablo han querido entrar a hablar de este final y eso que hasta meses atrás habían hablado de planes de boda. La cantante ha vivido días atrás la pérdida de su padre dejándola bastante tocada y fuentes cercanas me aseguran que hasta ese momento su pareja había sido un apoyo sólido.
Fergo sí quiso confirmarme la ruptura, pero también que entendiera que no quería hablar de motivos y el propio Lauro me asegura que "por respeto a nuestra historia de amor y a nuestras familias no voy a declarar nada", asegurándome que ni él ni su entorno han hablado con ningún medio y desmintiendo así algunas informaciones. Evidentemente, este final también salpica a la ex del piloto, Irene Villa, una mujer que es pura vitamina y que ha hecho del positivismo su motor de vida. Precisamente antes de empezar una conferencia ante 4.000 personas para hablar de su manera de entender y encajar la vida y aleccionar a muchas personas y empresas con sus consejos y experiencia, Irene me atiende siempre cercana y encantadora y eso que lo primero que aclara es que ella "no es nadie para opinar de las cosas que le pasan al padre de sus hijos".
Tiene toda la razón, pero sabe que lo que le pase a su ex sí puede afectar a los niños (tienen custodia compartida) y de ahí que recalque que "siempre he dicho que si él es feliz, mis hijos también lo serán". Recuerda que "después de separarnos me preguntaron por la primera pareja que tuvo y aunque no me gusta que me metan en sus historias ya entonces dije que me alegraba que le fuera bien. Habrá quien no me entienda, pero es mi forma de entender la vida. Siempre deseo la felicidad de todos y además entiendo que las guerras entre unos padres solo van a perjudicar a sus hijos", añade.
Irene confiesa que con Lauro "solo hablamos de temas relacionados con los niños, pero no nos contamos nuestras vidas". Eso explica que no supiera nada de esta ruptura, dado que no han llegado al punto de confianza de contarse sus amores o desamores como dos amigos que han olvidado el final amargo y solo se quedan con lo bueno. Igual más adelante llegan a ese punto. Otra cuestión son los comentarios que apuntan a que Nuria e Irene estaban enfrentadas. "Yo no tengo ningún problema con ella. La conocí hace mucho y hemos coincidido en algunos actos y siempre nos hemos llevado bien", confiesa.