El robo al empresario mexicano Enrique Abascal en el hotel Wellington de Madrid ha sacudido a la jet-set madrileña esta semana y la tranquila existencia de Marta Hermoso, detenida el pasado mes de septiembre por su presunta implicación. La joven defiende su inocencia, pero los fantasmas del pasado (vecinas, compañeras de colegio...) aseguran que es amiga de lo ajeno desde hace años y que ha conseguido su nuevo status a golpe de ingenio y de bisturí.

Porque la Marta que ellas conocieron hace ya 35 años no es la misma que ahora, al menos físicamente. La joven, que comparte círculo con Froilán o Enrique Solís, ha esculpido su rostro y su cuerpo como si fuese el mismísimo David de Miguel Ángel: pómulos, barbilla, tres rinoplastias, carillas y aumento de labios, además de aumento de pecho (según Tardear, hasta tres veces) y una liposucción completa. En total, doce operaciones estéticas por valor de más de 50.000 euros, pagados, eso sí, de su bolsillo.

Las mismas personas, muy cercanas a Laura, afirman que su vida es un misterio y que ni siquiera conocen su edad. Nacida en Sevilla, se trasladó a Madrid y actualmente reside (o se refugia) en Dubai con una amiga. "Nunca dijo que era diseñadora de moda porque estaba mal visto. Ha cambiado su profesión con los años, se presentaba como azafata de lujo, enfermera, master de lujo...". La tildan de "fantasiosa" y la bautizan como "La Pequeña Nicolasa".

Ella, por su parte, niega las acusaciones y defiende su inocencia: "No conozco de nada a los supuestos ladrones. Nunca he visto a esas personas. Nunca he hablado con ellas al teléfono. Nunca he tenido una banda. Nunca he organizado un robo en mi vida, jamás, en mi vida", ha dicho en Ok diario. "Jamás he sido chica de compañía, ni nada relacionado con eso, ni yo ni nadie de mi entorno. Y que yo sepa, ninguna de mis amigas, de todas las que conozco, se han dedicado jamás a ello. Es una insinuación que especialmente me hace daño, porque tengo mi vida, tengo mi familia. Son acusaciones muy, muy graves".

Su abogado, Juango Ospina (el mismo que defiende a la familia de Edwin Arrieta), asegura que la identificación de Marta en las cámaras de seguridad del hotel Wellington es errónea y lo van a demostrar: "Esta mañana hemos podido conocer que hay una imagen saliendo del ascensor, hasta donde sabemos esta es la primera imagen que le enseñan al investigado, lo que vamos a defender es que la identificación es errónea, lo que tiene que hacer es exhibir seis imágenes y el testigo identificar, pero no al revés. Aquí hay mucho tomate". Sobre los que aseguran que Marta solo quiere protagonismo y seguidores en redes sociales, es tajante: "No quiere tener relevancia pública, no quiere estar en el escrutinio. Ella admitía a quien quería que la siguiera o no. Marta no quiere alimentar ni beneficiarse en la búsqueda de seguidores".

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