Los que prueban el teatro suelen repetir y es que para un actor subirse a un escenario y poder ver la cara del público es una experiencia más que religiosa. Elena Ballesteros es de esas y por eso apenas dos años y pico después de su papel como Cornelia en la obra Miles Gloriosus, que se representó en el Festival de Mérida y después en el Reina Victoria de Madrid, regresa con Cuando duerme conmigo en el Teatro Capitol y junto al actor Jorge Pobes en un triángulo amoroso que por curioso que parezca forma parte de la vida misma.
Reincide en el teatro y eso significa que le ha cogido el gusto.
Me encanta el teatro. Empecé tarde, pero confieso que es mi pasión. Me encanta, me encanta, me encanta. Creo que en mi caso, yo es donde más aprendo, sin duda. Además es cada día. Yo creo que el teatro es donde se hacen los actores y las actrices realmente.
El teatro respeta también las edades de las actrices y no hay tanto parón como en otros medios donde el edadismo se impone.
Es cierto. Y encima el rango de edad es mucho más amplio. O sea, puedes hacer de una mujer mucho más joven a una mujer muchísimo mayor que tú. Es muy interesante el tener ese abanico de posibilidades. El audiovisual es como más encasillado, no hay una franja de edad y de ahí no te puedes salir. Es la libertad del teatro.
¿Todavía no ha llegado a esa frontera o a los 43 ya empieza a sentirlo?
La suerte es que hoy en día hay más personajes de 40, pero evidentemente no competimos con los de 30, que son prácticamente todos, de 40 y 50 ya ni te cuento y de 60 prefiero ni pensarlo.
Cada vez hay más mujeres autoras y directoras que igual cambian esa costumbre.
También muchos hombres que están entrando en ese cambio. En la nueva película de David Trueba el protagonista es un hombre de 30 que se enamora de una mujer de 60. Empezamos como a ver este tipo de ficción y este tipo de realidad que existe. Nos han vendido la moto siempre del hombre mayor con la joven y eso no es así, al menos en mi entorno como pasa con mi madre o mi hermana.
El argumento de su nueva obra es una sorpresa: se entera que su marido tiene otra pareja paralela y encima de su mismo sexo.
Es una mujer que espera en la UCI porque su marido está ingresado y en la sala de espera conoce a un hombre que también es pareja de su marido. Es descubrir el horror. Es un matrimonio de veinte años, con sus hijos, su rutina... Podía concebir que tuviera alguna amante pero enterarse que es una relación estable y con un hombre es lo que le hace enloquecer.
Por raro que suene es algo más habitual de lo que creemos.
Me han contado muchas anécdotas así y descubrirlo es muy llamativo. No es que me parezca mal ni por el hecho de la bisexualidad. Lo que no apruebo es la mentira.
La sinceridad no suele funcionar en estas historias.
Evidentemente no es fácil aceptar ciertas situaciones pero creo más en la honestidad de una pareja.
¿No cree que son mentiras piadosas?
No soy una talibana de la realidad pero hay mentiras que me cuesta entender.
Entiendo que en su vida real es una mujer tradicional.
Con mi pareja sí y agradezco que si mi pareja no lo es que me lo diga. Pero yo saber a lo que me atengo. Con mi pareja quiero una relación donde no entre la infidelidad porque no me va lo de pareja abierta.
Igual todo es una cuestión de tiempo. Su relación más larga es de diez años con su ex marido Dani Mateo y ahora lleva casi nueve con su esposo Juan Antonio Susarte. Tal vez si llevara 20 años…
No lo sé. Yo creo que no podría. Por más que sean muchísimos años me parece muy complicado. Me encantaría tener una mente tan abierta, pero es que no. Forzar esas cosas es sufrir el doble.
La última vez que la entrevisté no estaba muy contenta con su final con su ex Dani Mateo. ¿Hoy como se llevan?
Las cosas se olvidan con el tiempo y también, cuando echas la vista atrás, entiendes más. Estoy muy feliz con mi vida actual y reconozco que me va mejor por lo que estaba claro que tenía que pasar.
Es aquello de lo que sucede conviene.
Totalmente. Le escribí esa frase a mi madre en el espejo del baño y nunca la borra. Hoy soy muy feliz pero sigo currándomelo a diario ya que no doy nada por hecho en la vida. Ni mi relación, ni el amor que siente mi pareja, ni mi profesión… Cada vez es como si fuera la primera e intento alimentar esas alegrías que no quiero descuidar.
Su hija ya tiene 20 años y eso significa adolescencia superada. ¿Seguirá sus pasos?
Es muy inquieta y por eso estudia Ciencias Políticas y Administración Pública a la vez que hace Arte Dramático porque le gusta mucho mi profesión.
¿Le hubiera gustado tener más hijos?
Hubo una época en la que sí quería, pero no pude, con lo cual estaba como muy peleada con este tema y lo sufrí mucho. Quise ser madre por segunda vez, pero no, de hecho pasé por un aborto. Llega un momento que cuando la vida te ofrece esas circunstancias tienes que aceptarlo. Tuve que aceptar mi realidad que era mamá de una hija.
¿No le han pasado factura sus rupturas?
Siempre tiene una factura y lo pasas mal. También tus hijos porque se crean unos lazos pero esto le pasa a todos los seres humanos. Yo también soy hija de padres separados. Entiendes que el amor puede romperse en un momento determinado en una pareja, pero también te das cuenta de que lo que tiene que ser es que el amor tanto de un padre como de una madre es irrompible. Mi hija siente que tanto su padre como yo la queremos incondicionalmente.
¿Cuál es la agenda con esta nueva obra?
Estaremos en Madrid hasta el 29 de junio, los fines de semana, viernes, sábado y domingo. Luego haremos gira y después tenemos idea de que entraremos otra vez en Madrid en septiembre. Tengo varias cosas en marcha, como un podcast y varias cosillas más de creación propia.
¿Qué opinó de la polémica que se generó con los famosos tweets de Karla García Gascón?
No defiendo el contenido de los tweets que pudo escribir pero sí me planteo hasta qué punto somos esclavos de los poderes fácticos que deciden machacarte cuando les conviene. ¿Por qué se sacaron en ese momento? ¿Por la candidatura al Oscar? Me preocupó ver cómo el ser humano puede ser tan cruel.
¿Siente libre de expresarse como quiere o le preocupa la trascendencia por su profesión?
Sinceramente digo lo que quiero, pero con mucho cuidado, midiendo mucho mis palabras que a veces puedo meter la pata. En mi vida personal sí lo digo abiertamente, pero es cierto que hay ciertas cosas que igual conviene decir con cuidado o no decirlas en público. El otro día me puse a mirar lo que escribía hace diez años porque confieso que no me acordaba. No he borrado nada pero me creó la duda. De todas formas no me cuesta pedir perdón si considero que alguien le ha sentado mal lo que pueda decir.
¿Qué reto profesional le pone?
Mi papel en esta obra de Laura te aseguro que me tiene encantada. Pasa por tantas emociones, está tan desatada, desquiciada, que me parece un lujo poder interpretar.
¿Cuándo se enamora es de las que se entrega al máximo o suele protegerse?
Cuando me enamoro voy con todas las consecuencias. No tengo ningún filtro y voy a corazón abierto.
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