Ha pasado casi un año desde que Dani Alves abandonó la prisión en libertad provisional tras pagar una fianza millonaria. En este tiempo, el exfutbolista brasileño ha tratado de reconstruir su vida mientras espera la resolución judicial definitiva sobre su caso. Con restricciones legales que limitan su movilidad, Alves ha encontrado en el emprendimiento y el fútbol amateur una manera de mantenerse activo y ocupado.
El 25 de marzo de 2024, Dani Alves salió del Centro Penitenciario Brians 2, en Barcelona, después de depositar una fianza de un millón de euros. Su condena a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual sigue en proceso de apelación, y mientras tanto, el exjugador del Barcelona y la selección brasileña debe cumplir estrictas medidas cautelares: entregar sus pasaportes, comparecer semanalmente ante la Audiencia de Barcelona y mantener una distancia mínima de 1.000 metros de la víctima.
A pesar de este escenario complejo, Alves no ha permanecido inactivo. En abril de 2024 fundó OQP Sport & Management, una empresa con sede en Barcelona enfocada en la representación de deportistas y la gestión de derechos de imagen. Con un capital inicial de 30.000 euros, el exfutbolista figura como administrador y único socio.
Este no es su primer acercamiento al mundo empresarial. A lo largo de su carrera, Alves ha diversificado sus inversiones en sectores como la moda, la restauración y el mercado inmobiliario. También estuvo vinculado a la agencia de representación Flashforward, aunque en esta ocasión ha optado por liderar su propio proyecto.
Lejos de los estadios y las grandes competiciones, Alves ha intentado mantener un perfil bajo. Sin embargo, se le ha visto participando en partidos informales de fútbol en Barcelona, organizados a través de aplicaciones que conectan a jugadores aficionados. Estas apariciones han generado reacciones mixtas en redes sociales: mientras algunos seguidores lo apoyan, otros critican su intento de normalizar su vida tras su condena.
En octubre de 2024, Alves rompió su silencio en redes sociales con una publicación en Instagram en la que escribió: "Los buenos tiempos están en camino". Este mensaje fue interpretado por algunos como un intento de dejar atrás su pasado reciente y enfocarse en nuevas oportunidades.
A pesar de su libertad provisional, el proceso judicial en su contra sigue su curso. La apelación presentada por su defensa aún no ha sido resuelta, y cualquier fallo podría modificar su situación actual. Mientras tanto, Alves sigue explorando su faceta empresarial, tratando de reconstruir su imagen y adaptarse a una nueva realidad alejada del fútbol profesional. Su futuro sigue siendo incierto, pero una cosa es segura: el exjugador continúa buscando maneras de mantenerse en el juego, aunque esta vez fuera de los terrenos de juego.
Joana Sanz, el gran apoyo de Dani Alves
En medio de la turbulenta situación judicial y las estrictas medidas cautelares, Dani Alves ha estado acompañado por su mujer, la modelo Joana Sanz. No obstante, tras meses en silencio y sin apenas publicar fotografías con el exfutbolista, la brasileña fulminó los rumores de crisis el pasado mes de enero con una romántica instantánea en la que entrelazan sus manos mientras están en el coche.


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