Pepe Navarro se ha sentado en el plató de De Viernes para hablar sobre la guerra que tiene abierta con Ivonne Reyes por la paternidad de su hijo, Alejandro, desde hace más de 15 años. El periodista ha insistido, como siempre, en que no es el padre del joven y se ha mostrado "tranquilo" ante la situación pese a que ha agotado todos sus intentos (incluido el Tribunal Supremo) por demostrar 'su' verdad. Al menos mientras viva, porque el presentador de Esta noche cruzamos el Mississippi tiene un as en la manga para cuando abandone este mundo: "No hay precedente, pero hay una vía".
Navarro ha desvelado que el ADN de sus hijos biológicos, Andrea y Marlo, está debidamente custodiado y ha dejado unas instrucciones en su testamento y últimas voluntades. ¿El objetivo? Que sus herederos impugnen el reparto de su fortuna con Alejandro, lo que abriría un nuevo procedimiento para verificar lazos biológicos entre ellos. "Por lo menos intentarlo, no hay precedente pero hay una vía y cuando ellos se enfrenten a esto serán los primeros. Será un nuevo camino que tendrá que abrir la Justicia", ha contado el periodista, quien asegura que, a estas alturas, lo de menos es su herencia, pues Alejandro también podría renunciar a ella para evitar los tribunales y las pruebas: "Yo les he traído un problema a mis hijos por una estupidez y trato de remediar ese problema. No quiero que carguen con una mochila que es un hermano que no les corresponde".
Navarro, además, insiste en que tanto Ivonne como Alejandro saben que él no es el padre biológico del joven: "Lo vieron en las pruebas que ellos mismos encargaron a mis espaldas a varios detectives. Las mías yo las entregué en el Supremo. Ese niño que ahora tiene 25 años podría tranquilamente saber quién es su padre, que no soy yo, pero hay que vivir, hay que ganar dinero y hay que hacer espectáculo", ha dicho. "Ella me hizo las pruebas porque no estaba segura de que yo fuera el padre. ¿Qué va a decir de algo que no es cierto? Lleva mintiendo permanentemente, mintió en el juicio, le mintió a la jueza, mintió hasta con su edad", ha afirmado. En cuanto a si sabe quién es el verdadero padre biológico del joven, Pepe ha dicho: "Eso hay que preguntárselo a ella. A mí me han venido como cinco o seis personas que me han dicho que saben quién es el padre".
"Mientras siga en la mentira..."
Pepe ha fechado su relación con Ivonne entre los años 95-97, cuando él estaba casado con Eva Zaldívar, pero ha dejado claro que solo mantuvo relaciones íntimas en esos años, no posteriormente, ya que a partir de ese año dejan de tener relación. Fue en el año 99 cuando se reencuentran, pero "con meras conversaciones" y es entonces "cuando ella se queda embarazada, pero yo no tengo nada que ver con eso". Ese año, estando en su casa comiendo, "me dijo 'Oye, estoy embarazada' y yo le pregunté si lo quería tener". Asegura que Ivonne nunca le dijo que él era el padre del niño que esperaba y que se enteró más tarde, al escuchar las declaraciones de ella en los medios de comunicación.
El invitado ha mostrado las conversaciones con Ivonne a lo largo de los años y recordado las veces que le ha propuesto hablar, reunirse y terminar con el tema de una vez por todas: "Le ofrecí hace 10 años y yo estoy dispuesto a hacerla cuando haga falta para que se quede zanjado y que legalmente sea también así. Vamos donde ella diga y naturalmente habría que pedírselo al juez". Sin embargo, Pepe está convencido de que ella prefiere vivir en su "propia mentira": "Es alarmante la frialdad con la que se habla de un tema así".
Otras denuncias
La guerra entre Pepe e Ivonne se ha alargado más de una década y lo que comenzó con una denuncia por paternidad continuó con acusaciones de acoso y hasta la petición de una orden de alejamiento: "Ya después de quince años de machaque permanente, uno ya no manifiesta ninguna emoción a esas agresiones permanentes, la última hace unos meses cuando pidió alejamiento. Yo estaba en Ibiza y me llamaron para que me presentara en el juzgado de Violencia de la Mujer Número 2, por una denuncia de Ivonne Reyes que decía que yo la perseguí, acosé y atemoricé. Unas barbaridades... Yo llevaba en Ibiza cinco días y se desestimó".
Está convencido de que Ivonne está verdaderamente enferma y pide a su entorno que la ayude: "Son acusaciones muy graves, es que esta mujer tiene... No se entiende, tiene delirios, manía persecutoria. Mi familia y yo preferimos verlo desde la barrera, ya ni me cabrea ni me duele, está enferma".