Tenía el destino casi escrito lo suyo fue un cambio no brutal, pero sí suficientemente arriesgado como para romper el molde y convertirse en una mujer que ha sabido encontrar su camino después de mucha introspección y viajes por el mundo. Nació en Sevilla, en el seno de una familia aristocrática y lució alta y rubia con una belleza que la llevó a desfilar por pasarelas y protagonizar campañas. La María de León Castillejo de hoy, a sus 45 años, sigue siendo alta y rubia pero tiene algo en su mirada que denota reflexión, experiencia y aprendizaje.

Vivir con sentido es su último parto en forma de libro y una perfecta ocasión para conocerla y entender muchas dudas que nos rodean a todos y que María analiza y reflexiona tirando de estudios y de maestros de todos los campos. El yoga, los viajes, la meditación, la religión, las amistades, la familia… La vida a fin de cuentas de una mujer que lo tenía muy fácil pero eligió el camino complicado. La última vez que hablamos sin prisas fue tras resultar elegida la más elegante en las carreras de Irlanda, país que se ha convertido en su segundo hogar. Hoy hablamos de aquello y de todo lo que desvela en este libro que tiene muchas horas delante del ordenador y por el que tuvo que aislarse del mundo para encontrar el silencio que necesitaba.

Cuenta que comenzó a escribir Vivir con sentido el día de la Inmaculada Concepción y que esta coincidencia explica el espíritu de sus páginas al recordar la frase que la Virgen le contestó al ángel cuando le anunció que iba a parir al hijo de Dios. "Hágase en mí según tu palabra".

Mi mayor desafío ha sido poder explicar este libro en lenguaje sencillo conceptos muy profundos. Evidentemente hay mucho más sobre lo que profundizar pero no quería algo muy sesudo porque entonces tampoco se puede leer.

¿Cree que a sus 45 años ya ha llegado a su mejor versión?

Me resulta imposible decir que he llegado a mi mejor versión pero sí me motiva conocerme y mejorar cada día como persona. Todos somos imperfectos y es gratificante aprender algo nuevo a diario.

Cuenta cómo la educaron sus padres y le repetían aquello de "nobleza obliga". ¿Cree que pertenecer a una familia de la aristocracia sevillana ha podido ser una mochila?

Es muy buena pregunta porque por un lado me siento orgullosa de la familia donde me ha tocado nacer, pero es verdad que a nivel profesional ha supuesto una mochila. De hecho, hay muchos clientes se me han caído pensando que las personas que venimos de una familia determinada no necesitamos trabajar. Es tremendamente injusto y me genera mucha frustración porque soy una tía súper luchadora, emprendedora y no me han regalado nada, mis padres tampoco ya que siempre han sido muy exigentes y con una educación militar. El prejuicio de quienes puedan pensar que por haber nacido en un determinado ámbito social no necesitas trabajar, me parece muy injusto porque no vivimos en la Edad Media sino en el siglo XXI. Que tu familia tenga la herencia de un título aristocrático no significa que tu vida sea fácil. Y eso me da pena a nivel laboral, porque soy muy emprendedora pero en lo personal me siento orgullosa. No quiero renunciar o tapar de donde vengo porque forma parte de mi identidad y de quien soy.

Efectivamente y además es muy sevillana en lo suyo.

Lo que soy es una mujer de mundo. No me gusta estar en una mentalidad cerrada y por eso me fui de Sevilla y dedico un capítulo a los viajes que he realizado y que te abren la mente. He nacido en un ámbito con sus costumbres, tradiciones y educación católica, pero estudiar, viajar, o practicar el yoga me han abierto la mente a ser más tolerante para mirar a otras religiones no de una manera reduccionista sino integradora. Es importante estar abierta al pensamiento de los otros. Las religiones suelen ser motivo de conflicto. El capítulo 9 ha sido muy difícil porque no quería crear fricciones entre personas que a lo mejor tienen una visión más conservadora. Yo quería hablar en una clave universal.

¿Cómo sevillana es de las que se emociona y participa de la Semana Santa de su ciudad?

Yo personalmente no salgo en procesión pero mi padre y hermano forman parte de la cofradía de Pasión. Claro que me emociona la Semana Santa. Llevo dos años sin ir pero este volveré y además con la mente más abierta porque encima llevo en mi mochila todo el camino espiritual recorrido de formaciones que he hecho como por ejemplo ahora que estoy haciendo el curso superior de Santa Teresa de Jesús en la Universidad de la Mística de Ávila. Es ir más de la teoría a la práctica de la experiencia, que es lo que ella fomentaba, no quedarte solo en el dogma, sino en cómo puedo yo hacer viva esa Fe a través de la práctica de la oración, de las obras, de lo que suponga ser un Cristiano que no se queda solo en el dogma.

Comienza sus incursiones en el mundo laboral como modelo y recuerda los problemas que vivió con su cuerpo y de ahí la crítica que hace de esa experiencia.

Es verdad que mi cuerpo me generó mucha ansiedad por querer adelgazar al no ser tan delgada como las modelos de esa época y sufrí una falta de autoestima total. Nunca tuve anorexia ni bulimia pero a mis 17 años me afectó ver que no encajaba con el canon del momento y acabé muy obsesionada que además me suponía comer con ansiedad. No fue una patología y es que en cuanto acabé la carrera me puse a trabajar en comunicación y reconozco que cogí manía a mi etapa de modelo y por eso me molestaba tanto que siempre me lo recordaran.

En ese tiempo sacó su personalidad el día que se negó a desfilar con transparencias que mostraban su pecho con el consabido disgusto del diseñador.

En mi capítulo de elegancia hablo de una visión más allá de la estética. Va unida con la ética también y hablo de muchos conceptos relacionados con esa elegancia como es el pudor porque cuanto más exhibes más te acercas a la vulgaridad. Yo creo que se está yendo mucha la olla en ese sentido y se busca sólo la notoriedad cuando aparecen en las alfombras rojas en bragas. Para mí la elegancia es atemporal, misteriosa, pudorosa. Me da mucha pena que la tendencia vaya al exhibicionismo y la sexualización de la mujer.

Siempre ha sido muy discreta con su intimidad pero en sus páginas no obvia algunos momentos de su vida como cuando surgieron los rumores con el Rey Felipe, su noviazgo con Íñigo de Arteaga o su fugaz matrimonio con Juan Garaizábal.

Lo primero que pongo es que estoy muy agradecida a cómo me han tratado siempre los periodistas. No me gusta la exposición pública pero hay que ser auténtico. No puedo tapar mi pasado y si he compartido algunos de esos aspectos es porque en un momento dado fueron públicos. Hay gente que me pregunta por qué soy conocida en los medios y es cuando les explico que todo empezó con unos rumores que me relacionaban con Felipe. Es algo que no puedo evitar pero lo que jamás he hecho ni haré es vender mi vida privada. En redes sociales tampoco comparto nada de mi intimidad y si en su día saqué unas imágenes de mi boda fue porque en ese momento trabajaba con la firma Pedro del Hierro y tenía que enseñar los vestidos. Creo que Juan sólo salía en una foto. No critico a quien lo haga pero yo prefiero estar al margen.

¿Se siente vulnerable en ese aspecto y de ahí que se proteja?

No juzgo lo que haga el resto de las personas pero en mi caso quiero compartir sólo aquello que pueda ser interesante. No quiero vivir de hablar de mi vida privada, no lo concibo como un trabajo, ni de vender exclusivas. Me siento segura guardando mi parcela de intimidad. Lo que he compartido en este libro sobre mi visión de tantas cosas lo he hecho en aquello que creo puedo ayudar y ahí no entra mi vida privada.

Una de las conclusiones a las que llega es que el amor es todo en la vida y una vez más me pregunto cómo no ha tenido suerte en las relaciones de pareja, o al menos eso es lo que aparenta.

Cuando evolucionas sabes lo que no quieres. Soy afortunada porque sé lo que supone enamorarte de una persona y vivir un amor profundo. Me puedo morir tranquila porque he vivido hacer el amor de manera profunda. No tengo ni idea si me va a pasar otra vez pero sí estoy abierta pero sin forzar nada. Mi camino de desarrollo personal y espiritualidad me ha ayudado mucho a sentir paz y aceptación por lo que me ha tocado vivir. Soy una persona muy inquieta que me encanta viajar y emprender y esto no es fácil compaginarlo con una relación a no ser que el otro lo entienda. Es fundamental que te amen desde la desde la libertad aunque por supuesto para mí el compromiso es muy importante. Como decía muy bien Marta Robles, el amor es el dejar que el otro florezca, que saque todo su potencial y muchas veces el amor en una visión posesiva de tú eres para mí y tal no permite que te desarrolles porque al final te absorbe. Yo huyo de ese tipo de amor y a día de hoy no he encontrado esa persona. Lo que sí tengo son unos amigos maravillosos.

En estos años de metamorfosis no sé si se ha planteado ser madre soltera.

Madre soltera no voy a ser. Me hubiera encantado ser madre pero la realidad es que voy a cumplir 45 años y un hijo para mí no es un producto que vaya a satisfacer una necesidad mía sino la consecuencia del amor de dos personas. Soy tradicional y no me veo siendo madre soltera. Es verdad que me queda poco tiempo.

¿Ha congelado sus óvulos?

Lo hice como un acto de responsabilidad pero nunca los usaré sino es para ese fin con las ideas que te he dicho.

En su libro da un repaso a las listas de elegantes que salen publicadas y que critica abiertamente.

No soy de las tendencias porque considero la elegancia atemporal y los valores tradicionales trascendentales. Además también hay demasiada ideología en algunas modas. Es como el feminismo. Por supuesto soy feminista y defiendo la igualdad pero no el enfrentamiento entre hombres y mujeres. Es lo malo de politizar todo.

Hablando de politizaciones también resalta cómo a la vez que se quiere legislar en asuntos como la eutanasia y el aborto mientras se protege al medio ambiente y los animales con unas leyes muy exigentes.

Claro que hay que proteger al medio ambiente y los animales pero me parece incoherente junto a las cosas que se hacen con el ser humano. Estamos colocando a las personas en el mismo nivel que los vegetales o animales y se está perdiendo el Norte además de poner los límites de la bioética. Estoy en contra de que no se anteponga la vida humana frente a la animal. Aunque entiendo que cada circunstancia puede ser diferente y a priori si me preguntas sobre el aborto o la eutanasia mi respuesta es no.

Está muy de acuerdo con la expresión "lo que sucede conviene".

Más que resignación es la aceptación. Hay circunstancias que no puedes cambiar de tu vida como por ejemplo la enfermedad que tengo que me he quedado sorda pero gracias a los audífonos puedo hablar. He querido visibilizar mi problema porque creo que puedo ayudar a otras personas.

También tiene un recuerdo para Caritina Goyanes. ¿Eran muy amigas?

No era de mi círculo íntimo pero coincidíamos siempre en la misa del padre Carlos en la iglesia de san Agustín. Ella hacía la primera lectura y yo la segunda. Siempre estaba en primera fila con su marido e hijos y me parecía una mujer muy generosa que intentó dar lo mejor de sí misma. Me afectó mucho su muerte y escribí sobre ella con la sorpresa de que ese mensaje se hizo viral. Ha dejado una huella enorme y al final esa es la misión de los seres humanos: irnos dejando una buena huella en los demás.

¿Quiénes son hoy sus referentes?

Desde profesores de mi Universidad, que me han enseñado una barbaridad, a Santa Teresa de Jesús y no solo en lo religioso sino también en lo humano. También me interesan personas que han aprovechado su nombre para hacer algo más como Carlota Cashiragui, una tía que podría haber vivido del cuento y que ha preferido desarrollar un camino filosófico, o la actriz Emily Watson, que ha creado un club de lectura. Como ves me encantan las personas que tienen una figura pública y la utilizan para dar buenos mensajes.

¿Qué le han dicho sus padres de este libro?

Están muy orgullosos y me alegro muchísimo porque no hay nada que satisfaga más que unos padres puedan estar orgullosos por lo que una hija hace.

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