Anabel Pantoja revela con una foto la secuela física que sufre tras el nacimiento de Alma: "Mi nueva rutina"

La vida de Anabel Pantoja no ha vuelto a ser igual desde que el pasado 23 de noviembre se convirtió en madre junto a David Rodríguez. Y es que estos meses no solo han estado marcados por la emoción de conocer a Alma, sino también por el temor a perderla. La bebé ingresó el 9 de enero en el Hospital Aaterno infantil de Gran Canaria, donde pasó 18 días, 11 de ellos en la Unidad de Medicina Intensiva. Tras recibir el alta, la madre de la pequeña aseguró que esta estaba "perfecta". Sin embargo, el infierno no quedó ahí. Una investigación por presunto maltrato infantil pesa sobre unos padres que tratan de demostrar su inocencia. Está siendo un año difícil para Anabel, y eso el cuerpo lo nota.

La sobrina de Isabel Pantoja ha compartido en Instagram una fotografía donde muestra un matojo de pelos sobre su mano. Tras dar la bienvenida a Alma, que el pasado 23 de febrero cumplió los tres meses de vida, los cambios hormonales han afectado a su madre, provocándole un gran estrés. Y a esto se suma, por supuesto, la presión mediática por la hospitalización de la bebé. "Después de dar a luz (mi nueva rutina)", ha escrito sobre la imagen de su cabello.

La que fuera colaboradora del extinto Sálvame viajó la pasada semana a Córdoba, donde David trabaja como fisioterapeuta. Allí tuvo un encontronazo con la prensa. La influencer ha compartido estos días algunos de los planes que le brindan paz: desde merendar un buen trozo de chocolate hasta pasar tiempo con sus familiares y los amigos.

Las demoledoras palabras del juez Taín

Cabe decir que el juez Vázquez Taín (que investigó, entre otros muchos, el Caso Asunta) ha valorado los tiempos en el caso de Alma y no se muestra especialmente optimista. "Espero estar equivocado, pero si realmente se hubiera visto claro, el caso ya estaría archivado", dijo recientemente sobre la investigación. El magistrado cree que la jueza encargada está esperando "el resultado del informe definitivo del forense", en el que se constatará el tipo de daño que sufrió la pequeña y sus secuelas, en el caso de que se hubieran producido. "Estamos ante algo imprudente, no es lo mismo que las lesiones tengan secuelas o no, si hay una curación total... Hasta que se tenga un informe final nada". Asegura que esta fase es solo el principio de una causa que se podría extender meses y que todo indica que podría terminar en juicio contra los padres. "El instructor no es el que saca las conclusiones definitivas, no puede decir si hay indicios. Si no lo ven muy claro, lo lógico es que se vaya a juicio", señaló. El caso se puede extenderse bastante: "Si la causa no es compleja, puede alargarse a seis meses y se puede prorrogar. Aún queda muchísimo tiempo".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky