Kanye West ha reaparecido tras su comentada llegada a la alfombra roja de los Grammy, donde su mujer, Bianca Censori, posó con una pequeña túnica transparente que dejaba ver su cuerpo prácticamente desnudo. El rapero y la arquitecta acudieron a la cita únicamente para posar ante las cámaras, pues no presenciaron la entrega de premios. Sin embargo, con ello fue suficiente: ya habían sumado una controversia más a su lista de polémicas. Hace un tiempo él achacaba su forma de proceder a un supuesto diagnóstico de bipolaridad, pero ahora dice que padece autismo.
El músico habló de su salud mental en una entrevista con Justin LaBoy para el podcast The Download. Lo hizo solo unos días después de que, una vez más, se le tachara de machista y manipulador por aparecer en los premios con su mujer tratándola, según apuntan muchos, como un objeto, una posesión. Su círculo apunta que esto estaba pactado con la Academia para que la Policía no los expulsara del evento. Explican, además, que su intención era hacer "arte". Él reconoce, no obstante, carácter provocador.
En su conversación, Kanye West recordó su última etapa matrimonial con Kim Kardashian, que fue quien le animó a revisar su perfil psicológico al encontrar en él algunos signos de bipolaridad. "Mi esposa me llevó porque dijo: 'hay algo en tu personalidad que parece como si fueras bipolar, he visto casos de bipolaridad antes", explicaba en su momento a E! News. Ahora, el discurso es otro al de 2016.
"Resulta que lo que tengo es autismo", afirmó en su última entrevista, explicando cómo afecta este diagnóstico a su comportamiento impredecible. Según él, no es fácil que los demás sepan tratarle: "Es muy difícil para ellos soy un hombre adulto, y es como que no se lo puedes decir". "No puedes tomar el control de su cuenta bancaria. No puedes controlar lo que digo en Twitter", se justificó.
Después del acoso del que habló Kim Kardashian tras su ruptura, el músico ha protagonizado otras polémicas por sus mensajes antisemitas y la defensa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su discurso contra determinados colectivos desprotegidos -en más de una ocasión se le ha visto llevando la gorra con el lema del mandatario, Make America Great Again-.
El empresario no toma medicamentos, pese a conocer los efectos de su condición. Sí los tomó para su supuesta bipolaridad, pero, según él, afectaron a su creatividad, así que terminó abandonándolos. "Se trata de encontrar cosas que no bloqueen la creatividad, obviamente, eso es lo que aporto al mundo", argumentó. Habría que preguntarse cuánto hay de arte en sus distintas formas de ejercer violencia. Sin embargo, no habló sobre ello.