La última gala de los premios Grammy tuvo lugar el pasado fin de semana, pero se sigue hablando de ella, y no precisamente por los galardones. Kanye West y su mujer, Bianca Censori, acapararon toda la atención a su llegada a la alfombra roja debido al vestido transparente que lucía la modelo, una pieza que dejaba ver su cuerpo desnudo en su totalidad. En los últimos días se ha hablado del origen de esta decisión: ¿decidió el rapero por su esposa?, ¿ella se sentía cómoda?, ¿conocía la Academia lo que iba a ocurrir? Ahora han trascendido nuevos detalles sobre la controversia.
Fuentes cercanas a la organización señalan a Daily Mail que antes de la ceremonia se mantuvieron "conversaciones secretas" con el matrimonio, cuyo posado estaba "cuidadosamente planeado". De esta forma, podrían evitar que las autoridades los echaran por "exposición indecente", tal y como se rumoreó que había ocurrido en un principio. Nada más lejos de la realidad: el productor y la arquitecta se marcharon por su propio pie nada más posar ante las cámaras. Un coche los esperaba a la salida. Nadie los escoltó.
"Esa media color piel que cubría el cuerpo de Bianca era la forma en que la artista que grabó Yeezy esperaba evitar cargos formales", explican, asegurando que "hubo mucha conversación y preparación por parte del matrimonio". "Estaban muy cerca de romper las leyes de California al idear un momento performativo que sabían que haría estallar Internet". Así se percibe, de hecho, en los comentarios que estos días se leen en las redes sociales, donde los usuarios valoran que la modelo estaba "estresada" y que él la había "forzado" a posar de esta manera. "Están pasando muchas cosas extrañas. Estoy preocupada por Bianca", llegó a decir la presentadora Natalie Barr.

Por otro lado, el que parecía ser otro de los intentos de "arte provocador" del músico podría costarle dos conciertos en el Tokyo Dome valorados en 20 millones de dólares. Según fuentes cercanas, la reacción en Japón ha sido de absoluto rechazo: "Kanye está arruinando todas las oportunidades que se le presentan. Este espectáculo fue más que inquietante y ha causado horror en Japón", aseguró un informante. El problema no es solo el exhibicionismo, sino el contexto en el que ocurre. Japón está experimentando un fuerte despertar cultural en torno a los derechos de las mujeres y el movimiento #MeToo, y el comportamiento de West ha sido interpretado como un acto de control coercitivo sobre Censori, algo completamente inaceptable en la sociedad japonesa.
Bianca, quien fue contratada como jefa de arquitectura de Yeezy, la línea de zapatillas de Kany West, fue relacionada por primera vez con él en enero de 2023, solo unos meses después de que se formalizara su divorcio de Kim Kardashian.
