Daniel Sancho, hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho, se enfrenta un destino sombrío tras haber sido condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Sin embargo, el caso aún no ha concluido. Hace días desvelábamos en Informalia un hecho desconocido hasta ahora: que, según una fuente del entorno del español, el cirujano le hacía llegar a Daniel vídeos de su novia o exnovia para mostrar el control que tenía, sabiendo dónde y con quién estaba ella en cada momento. Y uno de esos momentos tuvo lugar cerca de donde estaba Daniel Sancho, porque también nos informan de que Laura, acompañada por su familia, estaba muy cerca del cocinero en aquellos días del verano de 2023. Ahora, la defensa del presunto asesino mantiene la esperanza de revertir el fallo mediante un recurso de apelación cuidadosamente preparado.

Nos confirman que desde su ingreso en la prisión de Surat Thani el 30 de agosto de 2023, Daniel se ha mantenido sereno y cooperativo. Marcos García Montes, abogado a cargo de su defensa, asegura que Sancho muestra un comportamiento ejemplar, siguiendo de cerca los avances de su equipo legal. "Daniel está expectante con el recurso, del cual ya tiene conocimiento por el boceto que hemos elaborado. Está en constante contacto con nuestros asesores legales tailandeses, quienes lo visitan regularmente en prisión", explica en declaraciones a Pronto.

Un recurso meticuloso y estratégico

El equipo de García Montes, que inicialmente planeaba presentar el recurso a finales de 2023, decidió posponerlo para garantizar la máxima precisión. "Es un proceso extremadamente complejo, y queremos cerrarlo de manera cuidadosa", subraya el abogado. La estrategia se centra en corregir posibles errores de interpretación durante el juicio y demostrar que Daniel actuó en defensa propia. Según la versión de la defensa, Sancho reaccionó ante un intento de violación por parte de Edwin Arrieta.

Si el tribunal reconsidera su sentencia y clasifica el crimen como homicidio y no como asesinato, se abriría la posibilidad de que Daniel sea trasladado a España para cumplir su condena. Esta perspectiva, aunque incierta, mantiene viva la esperanza de la familia y el equipo legal.

La cruda realidad de las prisiones tailandesas

Surat Thani, donde Daniel cumple su condena, es una de las prisiones más duras de Tailandia. Con una tasa de ocupación del 339%, el hacinamiento en las instalaciones resulta extremo. Las condiciones de vida son precarias, con problemas graves de higiene, alimentación insuficiente y una alta incidencia de violencia entre los reclusos. Según informes, hasta el 25% de los presos en Tailandia mueren antes de cumplir dos años de condena.

Antes de su traslado, Daniel estuvo recluido en el penal de Koh Samui, conocido por ser más tolerable dentro del sistema penitenciario del país. Sin embargo, la diferencia es significativa. "Para sobrevivir en condiciones aceptables, se necesita mucho dinero", advirtió Frank Cuesta, quien tiene experiencia personal con el sistema carcelario tailandés. En palabras suyas, mantener a un preso vivo y saludable puede costar cientos de miles de euros.

Rodolfo Sancho, padre de Daniel, no ha escatimado recursos en su intento por garantizar la seguridad de su hijo. El actor incluso participó en un documental sobre el caso, lo que le permitió reunir fondos para enfrentar los costos legales y logísticos.

Las irregularidades en el caso

Marcos García Montes ha señalado una serie de irregularidades en el proceso judicial. En particular, critica la falta de asistencia legal para Daniel durante los primeros interrogatorios. Según Sancho, las autoridades le hicieron promesas falsas, asegurándole que si cooperaba, podría regresar a España en un año. "Me engañaron", afirmó el joven en declaraciones posteriores.

Además, el abogado destaca que la sentencia se basó en elementos probatorios que no correspondían a lo presentado durante el juicio. "Lo más relevante es que no se pudo comprobar de manera concluyente la premeditación en la muerte de Edwin Arrieta", señala. Este punto resulta clave para la apelación, ya que podría cambiar drásticamente la condena.

La esperanza de una resolución favorable

En medio de la tormenta, la familia de Daniel y su equipo legal se aferran a la posibilidad de éxito en la apelación. García Montes confía en que los jueces considerarán las inconsistencias del caso y revisarán la sentencia con justicia. Por su parte, Rodolfo Sancho se muestra tranquilo y optimista, aunque plenamente consciente de los desafíos que enfrenta.

Mientras tanto, Daniel continúa su día a día en una prisión que pone a prueba tanto su resistencia física como mental. Mantener la calma y la disciplina en un entorno tan hostil no es tarea fácil, pero su actitud ejemplar refuerza el compromiso de quienes creen que la sentencia no es justa y que luchan por su libertad.

Un caso que trasciende fronteras

El caso de Daniel Sancho es mucho más que un asunto judicial. Ha puesto de manifiesto las diferencias culturales y legales entre Occidente y Tailandia, exponiendo además las duras realidades del sistema penitenciario en el sudeste asiático. También ha despertado un debate sobre los límites de la defensa propia y la ética de las promesas no cumplidas durante procesos judiciales.

Aunque el camino hacia la resolución aún es largo, el equipo de García Montes sigue trabajando con meticulosidad y determinación. Para Daniel Sancho y su familia, el futuro sigue siendo incierto, pero la lucha por la justicia continúa, enfrentando cada obstáculo con la esperanza de que, algún día, la verdad prevalezca. Y la verdad puede ser que efectivamente Daniel acabara con la vida del cirujano pero una de las partes, no la de la víctima, rebusca en la posibilidad de que el chef actuara motivado por razones no desveladas ni tenidas en cuenta en la sentencia. Eso no justificaría jamás un homicidio pero podría cambiar la perpetua por otra pena que pudiera cumplirse en parte en España.

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