La muerte de Carlos Marín a los 53 años en diciembre de 2021 dejó destrozada a su familia, especialmente a su madre y a su hermana y también a Geraldine (56), la mujer con quien estuvo casado y a quien seguía guardando un gran cariño a pesar de la separación. Tras el fallecimiento del cantante de Il Divo se abrió una guerra que, tres años después, no deja de sorprender a Innocence, como así se conoce artísticamente a la cantante francesa.
La artista ha reaparecido este domingo, 5 de enero, en Fiesta para intepretar uno de sus nuevos temas y, al mismo tiempo, ha hablado de cómo están las cosas a día de hoy: "Estoy cansada de la situación, de que se dé la vuelta a la tortilla y se tergiversen las cosas".
Ha negado que los problemas vengan de la herencia: "Yo creo que, de todas maneras, la historia empieza siempre como es. Ella [la madre de Carlos Marín] es la heredera universal y cualquier cosa que vaya con la ley va directamente a la madre, pero la historia va por otro lado".
Y ha hablado de la decepción que siente con la madre de Carlos Marín, a quien llegó a querer mucho: "Para mí ha sido una de las mejores cosas que he tenido en la vida y de repente este odio. Entiendo que [la muerte de un hijo] es lo peor que le puede pasar a una madre, pero...".
Al mismo tiempo, asegura que se le está dando voz a personas que ya no pintaban nada en la vida del cantante: "Están sacando a gentuza. Están llamando a personas que Carlos quitó de su vida. No sé a qué están jugando, para hacerme daño", ha sentenciado en el plató de Telecinco.
Hay que recordar que, recientemente, un fan la señaló y la acusó de no portarse bien con la madre y hermana de Marín al negarse a liquidar la sociedad de Marín en la que tenía un diez por ciento. "No entiendo el objetivo de la familia otra vez contra mí. Es todo muy absurdo y extraño. No sé ni por dónde empezar después del shock que he vivido estos tres años. He sido compañera de vida de Carlos casi por treinta años: diecinueve como novios, luego como casados y aunque nos separamos siempre nos hemos querido", le contó Geraldine a nuestra compañera Beatriz Cortázar hace unos días.
Y lamentó, en esta misma entrevista: "Lo que ellas nunca dicen es que había un testamento. En ese tiempo teníamos muchas deudas por la pandemia y Carlos decidió ponerme en un ERTE para que pudiera cobrar. Yo tenía plena confianza y firmaba todo lo que me decía. Carlos era mi familia, el hombre de mi vida y no teníamos ningún problema. ¿Por qué les molesta tanto?".