Geraldine Larrosa, más conocida en el mundo artístico como Innocence, pretendía pasar unas fiestas en paz y tranquilidad junto a su hija pero, de nuevo, su nombre aparece en otra polémica de la familia del difunto Carlos Marín, su ex marido y miembro de Il Divo. Ahora es por las declaraciones de una fan que en el programa Y ahora Sonsoles la señaló y acusó de no portarse bien con la madre y hermana del cantante al negarse a liquidar la sociedad de Marín en la que tiene un diez por ciento.
P: ¿A estas alturas sigue con enfrentamientos con la familia de Carlos Marín?
R: No entiendo el objetivo de la familia otra vez contra mí. Es todo muy absurdo y extraño. No sé ni por dónde empezar después del shock que he vivido estos tres años. He sido compañera de vida de Carlos casi por treinta años: diecinueve como novios, luego como casados y aunque nos separamos siempre nos hemos querido. Él tenía que vivir su momento pero siempre fue mi productor aunque los dos tuviéramos otras parejas. En mi caso no funcionó porque además siempre quise a Carlos. Los dos fuimos libres pero en la pandemia nos refugiamos en mi casa de campo. Estaba feliz y no es verdad que solo fuera los fines de semana como se empeña en decir su familia y tengo testigos. En la pandemia decidimos que íbamos a envejecer juntos. Queríamos volver a casarnos, montar un estudio en mi casa, sacar un disco que ahora su familia no me deja enseñar... Siempre me tengo que justificar porque ellas (madre y hermana) me quieren borrar de la vida de Carlos. No entiendo el motivo pero deben resolver sus problemas porque esto no puede ser. Están contra mí y contra Il Divo. Nada es normal ya.
P: ¿Solucionaron el tema de le herencia?
R: Lo que ellas nunca dicen es que había un testamento. En ese tiempo teníamos muchas deudas por la pandemia y Carlos decidió ponerme en un ERTE para que pudiera cobrar. Yo tenía plena confianza y firmaba todo lo que me decía. Carlos era mi familia, el hombre de mi vida y no teníamos ningún problema. ¿Por qué les molesta tanto? Hizo el testamento cuatro años antes de la pandemia por si sufría un accidente y quería protegernos. Me deja en legado el piso donde llevo viviendo 27 años. Empezamos con un alquiler y luego lo compró cuando ganó dinero con Il Divo. Al divorciarnos, dijo que me quedara ahí y que él seguiría pagando la hipoteca mientras yo me hacía cargo de los suministros. Es un piso chiquito pero muy familiar en la Puerta de Toledo. Siempre hemos ido de frente con su familia y estaban al tanto de todo. Cuando ellas decidieron echarme de la empresa sin indemnización les dije que entendía la situación y por eso mi abogado me propuso hacer una FOGASA para poder cobrar por parte del Estado. Les sentó muy mal y luego se negaron a que lanzara el disco de dúos. Así son con todo. Primero intentaron impugnar el testamento, ahora impedir que saque el disco… Les he dicho que no pienso firmar. Lo que sí hemos arreglado es el piso, sobre todo porque no han podido evitarlo. Carlos tenía cinco seguros y los ha heredado su madre. Lo que pasa es que Carlos pensaba que su familia me iba a proteger. Y mira. Con el seguro se podía pagar lo que queda de la casa pero no han querido.
P: ¿Va a poder pagar lo que queda del piso?
R: No se me caen los anillos al confesar que me arruiné en la pandemia. Los dos. Llegaron las deudas y la solución iba a ser la gira con Il Divo si no hubiera sido que Carlos falleció de covid en un hospital de Londres. El dinero del seguro lo han cogido y han podido salvar sus pisos, ya que Carlos dejó tres. El mío, otro para su hermana y la parte de otro de su herencia paterna, que tiene su madre.
P: ¿Es verdad que no puede usar el nombre artístico de Innocence?
R: Han hecho y dicho cosas muy feas de mí. Hasta me han quitado dos veces la cuenta de Instagram ya que la hermana de Carlos tenía las contraseñas porque era su secretaria. No me dejaban usar mi nombre artístico hasta que he podido recuperarlo. Todos los acuerdos que tenía con Carlos no los han respetado. Siempre van contra mí. Como la señora que habló en el programa de Sonsoles a la que jamás hemos visto. El argumento que me dan para que no lance el disco es que no quieren que viva de su voz. Pero si era nuestro sueño y decíamos que íbamos a ser los 'Pimpinela líricos'.
P: ¿Ahora a qué se dedica?
R: Me costó mucho volver a cantar porque no podía superar el duelo. Fue una ayuda el musical de las princesas y ahora soy imagen de unos productos noruegos de salud que me han ayudado muchísimo. Estoy en conversaciones con el banco para ver de qué manera puedo ir pagando el piso. Sé que a la hermana de Carlos le da igual que me quede en la calle tirada como un perro y por eso cada vez que me ven en algún medio van contra mí, como la señora esa que apareció en el programa. No es una fan, es una fanática. ¿Te parece normal que se esconda en el cementerio para ver a la familia? ¿O que se haga fotos tumbada en la cama de Carlos?
P: ¿En vida de Carlos ya tuvo problemas con su familia?
R: Con la hermana siempre hubo cosas pero lo de su madre ha sido una sorpresa. Jamás pensé que iba a tratarme así. Sabía perfectamente la relación tan buena que teníamos y que queríamos darnos una nueva oportunidad. Han sido tres años muy duros en los que no me han informado de nada y ahora vienen con prisas para que firme la liquidación de mis participaciones. Les he dicho que no.
P: Tras separarse de Carlos se quedó embarazada de su hija con su nueva pareja. ¿Carlos no quiso tener hijos?
R: Carlos quiso a mi hija como si fuera suya. Tiene doce años y es lo más maravilloso que me ha pasado. Quisimos tener un bebé pero no me quedé embarazada. Una vez en París creo que tuve un aborto natural pero lo cierto es que no llegó ese hijo. Creíamos en el budismo japonés y por eso hicimos una ceremonia de una comunión familiar en la que nos integramos los tres y sé que la quería como si fuera su propia hija. Te repito que fue un hombre carismático y maravilloso, nada que ver con su familia. El hecho de que fuéramos tan felices parece ser que les molesta. Siguen negándome y diciendo que solo estuvimos tres años casados, obviando los casi veinte de pareja. Como cuando niegan que me llamara antes de fallecer. Y lo hizo. Hablamos antes de que le intubaran y le di muchos ánimos aunque cuando colgué me volví loca.