Como uno más de la familia es como se siente el cantante Luis Miguel cuando se encuentra en casa de su novia Paloma Cuevas. Desde que terminó su gira de mas de 300 millones de dólares el cantante no se ha separado de su novia y ha disfrutado, eso sí, del cariño de la que ya considera su familia política con la que está pasando estas fiestas de Navidad. El Sol de México tiene por fin lo que toda la vida ha soñado: un hogar y una familia donde vivir sus momentos más felices en la intimidad.
Esta vez no le ha podido acompañar su hija Michelle, porque se encuentra arropando a su madre tras la muerte de su abuela, como tampoco están en Madrid sus dos hijos fruto de su relación con Araceli Arámbula, pero que no estén al lado no significa que no los sienta más cerca que nunca. La gira también ha servido para estrechar lazos con los suyos y para reagrupar a todos en un mismo núcleo.
Por eso ahora en Madrid disfruta de lo que se llama el "descanso del Guerrero" y mantiene un perfil totalmente ajeno a los focos, pero siempre en compañía de la familia de su novia. La Nochebuena se celebró en casa de Paloma con sus padres e incluso Paloma mostró un vídeo casero en Instagram donde se la ve junto a su hermana, bailando al lado de su padre, Victoriano Valencia, que aparece sonriente y feliz de tener a sus hijas y a todos sus nietos con él.
El cantante fue testigo de esos bailes y esas muestras de cariño y ahora está igual de pendiente como Paloma de la salud de Victoriano, a quien conoce desde que era un niño. Aunque se ha comentado estos días que el cantante estaría viviendo en una mansión con helipuerto privado, lo cierto es que de momento no hay nada confirmado y lo único que podemos añadir es que no vive ni en un hotel ni en una casa con helipuerto. La discreción con la que lleva toda su vida y la necesidad de su seguridad hacen que se mantenga en riguroso secreto su domicilio en Madrid dónde hasta la fecha tampoco se ha comprado ninguna propiedad.
Estos días se los está tomando de tranquilidad y relax y ya vendrá luego el momento de emprender nuevos proyectos y dar otros pasos. Ahora lo único que importa es estar lo más cerca de la familia y recuperar las fuerzas tras casi dos años de gira mundial. Mañana las uvas las tomará con Paloma y su familia en Madrid y comenzará el 2025 feliz y enamorado que no es mala fórmula.
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