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Bárbara Rey no quiere enfrentarse a su hijo, le ha vetado en su entrevista de esta noche

Dice que no tiene miedo, que va a contestar a todo esta noche con su verdad y que no ha puesto líneas rojas, pero Informalia está en disposición de asegurar que Bárbara Rey empieza evitando la verdad. La ex vedette y su representante han cerrado a cal y canto su intervención con todo tipo de cláusulas entre las que se incluye una dedicada a su hijo, Ángel Cristo Jr. De hecho, nada más empezar las negociaciones, hace ya unas semanas, Bárbara dejó claro que no quería a su hijo en plató ni cuando se emitieran sus entrevistas para comentarlas ni mucho menos cuando ella se sentara frente a los periodistas para contarles su verdad. Es decir que le ha vetado en cualquiera de sus intervenciones y ni siquiera puede entrar por teléfono. Ni él, ni por supuesto, su mujer, Ana Herminia.

Bárbara no quiere tener, de momento, un enfrentamiento público con ellos porque no tiene claro hasta donde serían capaces de llegar con ella y no quiere arriesgarse más que lo justo. Eso sí, escuchará los audios que ha filtrado él y verá las imágenes supuestamente captadas por su hijo en el porche de su antigua casa de Boadilla del Monte.

Pero Bárbara no sólo ha vetado a su hijo. La ex vedette ha decidido quiénes no estarán frente a ella. De momento, la silla que durante las últimas semanas ocupaba Sandra Aladro no estará ocupada por ella. La sustituirá su marido, Álvaro García Pelayo, uno de los propietarios de la agencia Gtres y además representante de Ángel Cristo. Bárbara le ha nombrado en varias ocasiones y le echa la culpa de todo lo que ha hecho Ángel, cree que le ha azuzado para destruirla y de paso ganar mucho dinero, los dos. Y en unas horas tendrá la oportunidad de decírselo a la cara.

La vedette tampoco ha querido tener enfrente a Antonio Montero que ha sido durante mucho tiempo uno de los que más la ha atacado. Sin ir más lejos, hace unos días decía en TardeAr de ella: "Ella de su propia voz dice que era una p.... Ella no quería al rey, quería lo que le podía sacar al rey. El rey era un idiota y la otra era lo que era. Ella es lo que es y viéndola se le define sola. Se ha juntado uno con otra, el hambre con las ganas de comer". Al que sí ha aceptado tener en plató es a Alessandro Lequio, al que por cierto, sigue teniendo demandado. Veremos a ver qué sucede entre ellos.

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