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David Broncano y Doña Deseada: lo que se comió el presentador de 'La Revuelta' en la última escapada con novia

David Broncano está en racha. Si alguien pensaba que el humorista jienense se tomaría un respiro tras su paso triunfal de La Resistencia a La Revuelta, estaba equivocado. No solo ha conquistado las tardes de La 1, sino que ahora será el encargado de despedir el año junto a Lalachus, en unas Campanadas que prometen ser inolvidables. Pero Broncano no solo triunfa frente a las cámaras, también en el amor: desde hace cuatro años mantiene una relación estable con la actriz Silvia Alonso. Y como cualquier dúo con agendas apretadas, saben aprovechar el tiempo libre, aunque sea para una escapada exprés.

El viaje hacia Salamanca: repostajes y área de servicio

El destino elegido fue Salamanca, tierra natal de Silvia Alonso, tal y como muestra Lecturas este miércoles. Los paparazzi, siempre atentos, confirmaron que ambos salieron del piso de Broncano en Madrid hacia las 11 de la mañana. Nada de jets privados ni coches de lujo: el viaje se hizo en el vehículo del humorista, con dos paradas obligatorias. Primero, para repostar, y después, en un área de servicio donde seguramente disfrutaron del auténtico menú degustación de carretera: café aguado y una bolsa de pipas. Aterrizar en Salamanca no fue solo un regreso a las raíces de Silvia, sino también una oportunidad para Broncano de continuar ampliando su ya legendario repertorio de anécdotas.

Un banquete en el Huerto de Doña Deseada

Ya en la ciudad, el destino culinario elegido fue el Huerto de Doña Deseada, un restaurante ubicado en el casco histórico que, además de ofrecer unas vistas privilegiadas de la catedral, se ha hecho un hueco como referente de la cocina de autor. Allí, Broncano y Silvia disfrutaron de un menú donde lo tradicional se encuentra con la vanguardia. Entre las delicatessen probadas destacaron el carpaccio de lengua de Wagyu, el cheung fun de rabo de toro y el lomo de gamo a la brasa. Un festín digno de reyes… o de humoristas y actrices en su día libre.

Lo que no podía faltar fue la ya habitual sesión de fotos con los dueños del local y el personal, demostrando que Broncano no solo es generoso con las propinas, sino también con los selfies. En plena calle, el humorista volvió a demostrar por qué es el "chico de oro" de la televisión: paró con cada fan que lo reconoció, regalando sonrisas y posados, como si no estuviera a punto de estallar tras el postre.

El amor que nació con un hornazo

La historia entre David y Silvia comenzó en febrero de 2020, cuando la actriz visitó La Resistencia. En esa ocasión, Silvia le llevó un hornazo, el pastel de carne típico de Salamanca, que quizá fue la verdadera chispa del amor. Tres años después, confirmaron su relación en el mismo plató donde todo empezó, con un toque tan particular como romántico: Silvia regaló a Broncano un cuadro pintado por ella, en el que ambos aparecían disfrazados. Desde entonces, han llevado su relación con la naturalidad que caracteriza al humorista, quien ya no duda en mencionar a Silvia en sus programas, aunque siempre con ese toque de humor y discreción que lo ha convertido en un ícono.

Paseo familiar por Salamanca

Tras la comida, ambos se reunieron con familiares de Silvia para dar un paseo por el casco histórico de la ciudad. Entre risas y conversaciones, Broncano volvió a confirmar que, pese a su fama, no ha perdido ese aire de chico sencillo que saluda a todos por igual. Probablemente, también aprovechó para explorar la arquitectura salmantina con su característico sentido del humor: "Esto tiene que haber costado más que mi piso en Madrid", se le escuchó decir, según algún fan que lo siguió a distancia.

El chico de oro de la tele y su gran desafío: las Campanadas

Broncano parece estar en el mejor momento de su carrera. Desde su salto de Movistar a TVE, La Revuelta ha arrasado en audiencia, especialmente entre el público joven, donde no tiene rival. Aunque competir con un titán como El Hormiguero no es tarea fácil, Broncano ha logrado atraer a espectadores que valoran su estilo irreverente y espontáneo. Y ahora, el reto de las Campanadas llega como la guinda del pastel.

Será la primera vez que el humorista se enfrente al momento más visto del año, acompañado de Lalachus, en un evento que promete ser tan imprevisible como hilarante. Mientras tanto, Broncano sigue siendo fiel a su estilo de vida: triunfando en lo profesional, disfrutando en lo personal, y dejando claro que, aunque se coma un carpaccio de Wagyu en Salamanca, no le hará ascos a una tortilla de área de servicio.

Silvia Alonso, por su parte, parece ser el complemento perfecto para su frenético ritmo de vida. Juntos, demuestran que el éxito puede ser compatible con la sencillez, siempre que sepas disfrutar de lo esencial: un buen hornazo, una escapada a Salamanca y, claro, un plato de cheung fun de rabo de toro en Doña Deseada. Porque, al final, lo que importa no es lo que se come, sino con quién se comparte.

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